Se trata de un pedestal de caliza gris local Llisós, de medidas desconocidas, con parte anterior pulida y posterior tan solo excavada. Presentaba varias roturas, principalmente en su parte superior, inferior y derecha, sin duda como consecuencia de una reutilización posterior al siglo XVI, momento en que un autor constató que estaba intacta. Tenía varias imperfecciones en superficie y algunas letras no habían sido inscritas, si no grabadas superficialmente con punzón. Se localizó detrás del altar mayor de la Catedral, en el lado izquierdo del pavimento; fue estudiada por última vez en 1969, momento en el que se pierde su pista.
Clodiae · Q(uinti) · fil(iae)
Rufinae
[I]ulia Helice
avia · et
Rufina · matertera
pientissimae
"(Dedicado) a Clodia Rufina, hija de Quinto. Su abuela Iulia Helice y su tía Rufina a (una mujer) piadosísima"
La inscripción en principio no parece tener nada especial, pero no es así: las inscripciones dedicadas a una mujer en el mundo romano solían proceder de sus padres, sus hijos o su marido, pero en este caso el pedestal le es dedicado a Clodia Rufina por su tía y su abuela, lo que podría indicarnos que era huérfana y además bastante joven, puesto que no estaba casada ni tenía descendencia. Pero eso no es lo más curioso de la inscripción
Si nos fijamos en los nombres de nuestras tres protagonistas, vemos en primer lugar que Clodia Rufina, con un nomen (Clodia), un cognomen (Rufina) y filiación (Quinti filia) era claramente una ciudadana romana. Su abuela, en cambio, sin filiación, y con un cognomen de origen griego (Ἑλίκη), era posiblemente una liberta. ¿Y su tía? Con un único nombre y sin filiación, era seguramente una esclava. Así pues, en tres generaciones de una misma familia, tenemos tres mujeres con tres estatutos jurídicos distintos. ¿Cómo pudo suceder? La abuela, liberta, consiguió su libertad y la de una de sus hijas, la madre de Clodia, puesto que ésta pudo casarse en algún momento de su vida -los esclavos carecían de ese derecho-, posiblemente con un ciudadano romano, de quién Clodia heredó su estatuto jurídico... Sin embargo, no pudo conseguir la libertad de su otra hija, Rufina, quién permaneció en la esclavitud. Así pues, algunas familias romanas eran bastante complejas.
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Imágenes: "Exedra" y "Una familia romana", de Lawrence Alma-Tadema
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