domingo, 10 de julio de 2016

Llegó ya nuestro Cuarto Aniversario

Hace ya cuatro años que comencé a escribir Los Fuegos de Vesta con el simple objetivo de llenar mis muchas, aburridas y larguísimas tardes muertas de joven desempleada, de reencontrarme conmigo misma y aquella pasión desbordante que me había impulsado a estudiar Historia, después de recibir más portazos y decepciones que alegrías tras abandonar la facultad, pero ahora, 325 publicaciones más tarde -¡¿cuándo me ha dado tiempo a escribir tanto?!-, puedo decir, con inmenso orgullo, que se ha convertido en mucho, mucho más: aquel batiburrillo bastante caótico de noticias y relatos cortos -bajo el nombre, ahora, de Relatos de la Antigua Roma- dio paso a historias más extensas -la desdichada Aquilia Severa, mi querido Euno, el Rey Esclavo, la valiente Drauca, la olvidada  Claudia Livila...- por las que poco a poco han ido desfilando Emperatrices a Esclavos, y comenzó a incorporar además artículos de divulgación -no os perdáis por ejemplo la serie de Mujer y Literatura o sobre el fin de la República Romana- y diversas biografías

Gracias al blog, pero también al grupo de facebook y twitter, he conocido a personas fantásticas, leído cosas maravillosas y descubiertos lugares inolvidables, que han hecho que mereciera la pena todos y cada uno de los minutos delante del ordenador. Así pues, como los tres años anteriores, esta no es una celebración exclusiva mía, sino que la quiero compartir con todos vosotros, aquellos que la han hecho posibles, los responsables de esas 152.000 visitas que ya registran Los Fuegos de Vesta -es decir, que sólo en este año se han duplicado el número de visitas de los tres años anteriores juntos!!!-, esos 3481 seguidores en facebook -se me salen un poco los ojos de las órbitas cuando veo esas cifras-, 195 en google, 64 en blogger, 1034 en twitter, y, por supuesto, tantos y tantos anónimos que han dedicado aunque fuera un sólo minuto de su tiempo a cada noticia, relato o artículo.

De todos vosotros es sin duda el increíble logro de haber alcanzado, no sin dificultad y algún conato de rendición -primero el máster, ahora el doctorado... creo que debería dejar de dormir...-, estos cuatro años mucho más que mío, y no hay mejor forma de agradecéroslo que llegar a un quinto año... y seguir creciendo. Si, creo firmemente que ha llegado la hora de expandir aún más el mundo de Los Fuegos de Vesta y mientras me preparo para daros lo que espero sea una grata sorpresa -aunque temo no poder concretar una fecha-, sólo me queda añadir:

¡¡LARGA VIDA A LA DIOSA VESTA!!