jueves, 30 de abril de 2015

Yo, Claudia Livila (XXVIII)

Estaba oscuro, silencioso, húmedo, frío. No me importaba. Dejé que la soledad y la negrura hasta los huesos me calara, y sin embargo me negué a entregarme a las lágrimas. En la morada de la muerte augusta abracé a Póstumo por última vez y añoré con intensidad enloquecedora su calidez y aliento: más ya solo me quedaban de él migajas, recuerdos, al igual que del resto. Y apenas tenía tiempo para estar con ellos. ¿Cuánto tardarían los pretorianos en avisar a Sejano de mi descenso al mundo de los muertos? Me apresuré a ocultar la urna cineraria tras los restos sellados de mi marido Cayo: de nuevo reunidos los dos hermanos, los dos únicos hombres que había amado. Póstumo al fin descansaba en honroso nicho con su familia y sus antepasados. ¿Cómo en un receptáculo tan pequeño pueden caber a un mismo tiempo tanta felicidad y tan profundo desconsuelo? Por un momento repudié las tenues alegrías de una existencia vacía y ansié reunirme por fin con ellos, que manos piadosas como las que yo había demostrado depositaran a su lado mis últimos restos. Pero para mí esta por siempre vedados el silencio y el eco de las bóvedas sepulcrales del monumento. Espero que al menos llegada la hora en que el último grano del reloj de mi vida sea arrancado por el viento pueda hundir mi urna en la tierra húmeda vuelta hacia mi postrero cielo: así descenderé más rápido hacia los que añoro y quiero contemplando las bellezas del mundo que sin pena dejo. Con ellos en el Campo de Marte -madre, sin duda debes saberlo- enterré mi juventud y mi infancia: por eso no quería marcharme; por eso siempre regresaba en los momentos en que mi debilidad y mi constancia flaqueaban. Era casi como volver, en el oscuro desamparo de la tumba, tan semejante a la densa neblina del sueño, a la pura inocencia de aquella Livila que con sólo doce año abandonara esta casa en su búsqueda del Imperio; regresar a la improbable posibilidad de convertir en realidad mil locos anhelos de una ilusa quinceañera que aún creía que el mundo estaba en sus manos para con solo desear obtenerlos. Y sin embargo en ese reino de quimera había sido más feliz que en aquella Roma de carne y hueso que sin cesar golpea. Deseaba volver a la locura y la inconsciencia, al desconcierto y a la indiferencia. Así dejé que la oscuridad me envolviera y sentada en el suelo de la cripta, sentí en torno a mí los pasos de los que no caminan sobre la tierra; y no tuve miedo, madre, ¿por qué habría de temerlos? Me sentí en casa de nuevo: el suave beso de Cayo en mi nuca, la mano experta de mi padre Druso revolviéndome el pelo, las dulces nanas tristes de la abuela Octavia, los juegos infantiles de aquellos hermanos míos que en las fronteras perdiste, el abrazo fiel del apacible Lucio, las caricias atrevidas de mi Póstumo... Permanecí mucho tiempo sumida en un mundo infernal de ensueño: unos minutos, unas horas, días enteros... no podría saberlo. No fue suficiente tiempo.
Cuando en la soledad de la cripta sellada sentí sobre mis hombros una confortable manta, supe sin necesidad de mirar atrás que era Sejano quién me la echaba. Las sombras que me acompañaran, ofendidas, huyeron espantadas, y solo entonces fui consciente de que el frío de los muertos había sin duda penetrado hasta mis quebradizos huesos. El prefecto, sin mediar palabra, sin pedir permiso, me abrazó con fuerza hasta que sentí el calor de nuevo en mi cuerpo y yo, avergonzada de mi debilidad, escondí mi rostro en su pecho como si esa simple acción pudiera borrar la culpa de mis sentimientos. Sejano no era entonces para mí más que un instrumento de la ambición que constituía mi consuelo, un triste, desesperado y grotesco remedo de los hombres que amé y se fueron, un frágil desahogo ante la ausencia irreparable y dolorosa de Póstumo Agripa. O eso era al menos lo que yo constantemente me repetía. Sin duda Lucio Elio sabía demasiado bien como tratarme, qué decirme, como tocarme... pero ello no evitaba nunca que despertada el alba aún enredada en sus brazos de alivio y consuelo, la claridad cruel de la mañana borrara las inconsciencias y trampantojos de la luz nocturna y de nuevo me aborreciera a mí misma, y no soportara ver con mis propios ojos como otra vez el insondable abismo de las noches solitarias y frías y la cama vacían me habían empujado a que enormemente me rebajara. Sí, ¡sí!, le gritaba, le maldecía, le insultaba, le expulsaba, mientras él impasible se vestía y yo me juraba que nunca más sucedería. Después tan solo podía entregarme a las lágrimas y a un largo baño, pero todo era inútil: por más que frotara, por más que me enjabonara, por más tiempo que yo permaneciera en el agua o me lamentara, no podía dejar ya nunca de sentirme sucia y desgraciada. Sabía que Sejano conocía bien mis sentimientos, mi debate interno, y que no le importaban. Cuando el sol moría y la luna y las estrellas brillaban, siempre volvía a aceptarle en mi cama y él accedía con una sonrisa, como si nada hubiera sucedido en la mañana. Sin duda sabía muy bien que mis defensas agonizaban, que hace mucho tiempo ya que aquella muralla que con tanto cuidado edificara a sus pies se desplomara, y que tan solo faltaba que yo lo aceptara, que firmara una rendición prácticamente consumada como aceptación última de la derrota experimentara. Por más que me revolviera, por más que luchara, por más que me negara, por más que pretendiera huir... estaba atrapada. Y Lucio Elio era persistente, tenaz, no tenía prisa, le sobraba paciencia. Día a día escribía en mi rendición otras nuevas clausulas de cariño y atención buscando ablandar un poco más mi maltrecho y remendado corazón.
 Cuando en el interior de la cripta dejé que me cogiera de las manos, dejé que me sostuviera en mi tristeza, dejé que escuchara los fragmentos de mi alma retumbando con estrépito contra los costados lacerados de mi cuerpo, y que me guiara sumisa y ciega desde la oscuridad a la luz radiante de un atardecer encendido... supe que estaba irremediablemente perdida. ¿Qué importaban sus humildes orígenes? Me hacía sentir de nuevo viva y querida, aunque fuera solo una mentira, pero con la fuerza suficiente para empujarme a seguir andando. Al fin y al cabo nadie más que él había descendido a los infiernos de los muertos para buscarme y traerme de nuevo. ¡Nuevo Orfeo! La Eurídice que arrastras no es la misma mujer que descendió allí por primera vez hacia demasiado tiempo. La Livila de Cayo en nada se asemejaba a la Livila de Sejano; sin duda ambas se habrían aborrecido de conocerse. Esa noche, mientras descansaba sobre su pecho, saciada de placer y desconsuelo, me atreví a preguntarle por primera vez algo que no deseaba saber: ¿Qué quieres de mí? "Sólo estar aquí", afirmó mientras me cubría con una sábana y acariciaba con un dedo travieso mi espalda. Quise creerle. Y entonces, por primera vez tras noches de intensa lujuria, me habló. Me habló de él, de su familia, su infancia... se esforzó por demostrarme que no éramos tan distintos, que éramos en cierta manera iguales, y de como eso lo hacía para mí un compañero algo más aceptable. Sí, se esforzó por recordarme que nada menos que tres de los hermanos de su madre habían sido cónsules, que incluso uno de ellos había obtenido los honores del triunfo por suprimir la rebelión de Tacfarinas. Me dijo que si la gens Seia, de origen etrusco y estatuto ecuestre, me parecía demasiado desconocida y modesta, que no olvidara que los Elios, quienes le adoptaran, tenían una antigüedad de cuatro siglos sirviendo a los intereses de la República y el Imperio. No pude por menos que reírme para mis adentros: ¿aquel loco con total atrevimiento se estaba postulando como posible marido? Le dije con una sonrisa que la próxima vez se dejara los cargos en la puerta, pues las sábanas no eran lugar adecuado para hablar de las glorias de los antepasados. ¿Por qué no me hablaba mejor del niño Lucio Seyo, del hombre que fuera antes de convertirse en el todopoderoso prefecto? Me preguntó a su vez si yo mencionaría a la dulce Claudia Livia que en las Galias a su padre perdiera y que sin ser aún mujer ya a un marido despidiera. Negué de inmediato con la cabeza: con los años había aprendido que la información y los secretos son las más poderosas de todas las armas. Y a pesar de mi negativa, él con una sonrisa de añoranza regresó para mí a Volsinii, donde naciera, y a los brazos de su madre Cosconia Léntula. Le observé desde mi oscuridad fascinada y boquiabierta: ¿me ofrecía su corazón como prueba de su confianza o no era más que un triste calculado simulacro para convencerme de que me rindiera? Cerré los ojos perdida en los latidos de su corazón y su acompasada respiración. ¡Ansiaba tanto creerle! Deseaba un pilar en el que poder sostenerme. A la mañana siguiente, al despertarme, por primera vez no estaba en mi cama, y también por primera vez le eché de menos. Fuera, sonaban los primeros acordes del triunfo: Germánico regresaba a casa.

Fotografía 1: Aspecto actual del Mausoleo de Augusto
Fotografía 2: Reconstrucción del interior de un columbaria
Fotografía 3: "No me digas más que no", de Lawrence Alma-Tadema

miércoles, 22 de abril de 2015

Conocer la hora: un asunto complicado en la Antigua Roma

Los antiguos romanos dividían cada uno de los siete días de su semana en veinticuatro horas, cuyo punto de partida no era el amanecer, según la costumbre de los babilonios, o el anochecer, según la tradición de los griegos, sino a medianoche, como sucede en la actualidad. Las semejanzas entre el antiguo calendario romano y el nuestro terminan ahí: aparecidas muy tardíamente en el día romano, las “horas” latinas, si bien llevaban el mismo nombre y eran veinticuatro como las nuestras, son en verdad absolutamente distintas.
Tanto la palabra como el concepto son una invención de los griegos, derivada de la medida que, a finales del siglo V a.C., habían aprendido a hacer de las etapas del sol en su marcha por el cielo. El cuadrante solar de Meton utilizado por los atenienses consistía en una gran esfera de piedra en cuyo centro se colocaba un estilete o gnomon. En el momento en que el sol se elevaba sobre el horizonte, la sombra del estilete se proyectaba en la concavidad del hemisferio orientado hacia el cenit y en él trazaba, en situación invertida, la paralela diurna del sol. Cuatro veces al año, en los equinoccios y solsticios, marcaban mediante una incisión en la piedra el desplazamiento de la sombra proyectada por la aguja, y como la curva trazada en el equinoccio de otoño coincidía con la del equinoccio de primavera, finalmente se obtenian tres líneas concéntricas, cada una de las cuales estaba dividida en doce partes iguales. Se unían entonces los puntos correspondientes de las tres paralelas por medio de las doce líneas que, de forma progresiva, se iban sucediendo para poder obtener las doce horas que señalaban el curso del sol a lo largo del año, de ahí su nombre de “cuentahoras” o ωρολόγιον, palabra que en latín -horologium (reloj)- conservó el sentido y la forma del vocablo griego.
Siguiendo el ejemplo de Atenas, las otras ciudades helénicas también tuvieron su “reloj”, puesto que sus astrónomos fueron capaces de adaptar el principio de este invento a la latitud de cada una de ellas. En efecto, el recorrido diario del sol variaba según el lugar, y la longitud de la sombra que el estilete o gnomon reflejaba en su polos o esfera de piedra, lógicamente difería de una ciudad a otra. Así, la altura del estilete en Alejandría era de tres quinto, mientras que en Atenas era de tres cuartos. En Tarento casi alcanzaba los nueve onzavos; en Roma, los ocho novenos. Sería preciso construir tantos cuadrantes como ciudades había. Los romanos fueron sin duda los últimos en darse cuenta de esta necesidad. Como no sintieron la urgencia de contar las horas hasta dos siglos después de los atenienses, les costó cien años lograr hacerlo con exactitud.
A finales del siglo IV a.C., los romanos aún dividían su día en sólo dos partes: antes del mediodía y después del mediodía. Naturalmente el gran problema estaba en señalar con exactitud ese momento. Un heraldo del consulado se encargaba de mantenerse muy atento para, tan pronto como lo percibía, anunciarlo al pueblo. Éste estaba obligado a interrumpir sus quehaceres en el foro ante la señal de dicho heraldo y los litigantes a acudir al tribunal antes de la hora convenida si querían que cualquier causa fuera admitida. Como el heraldo debía cumplir su tarea cuando los rayos del sol se hallaban “entre los rostra y la graecostasis”, no cabe duda de que sus funciones venían de antiguo; pues no podían hablar de rostra o espolones de los navíos capturados antes de que éstos adornaran la tribuna de los oradores como trofeo de la victoria naval lograda por C.Duilius en el año 338 a.C.. Tampoco se podía hablar de graecostasis, pabellón destinado a recibir a los embajadores griegos, antes de que apareciera la primera delegación, enviada al Senado por Demetrios Poliorcetes hacia el año 306 a.C.
Ya en tiempos de la guerra contra Pirro, se había hecho un ligero progreso en la subdivisión de cada una de las mitades del día en otras dos partes: la mañana y el premediodía (mane y ante meridiem) y la tarde y la noche (de meridie y suprema). Pero no será hasta inicios de la primera guerra púnica, en el año 263 a.C., cuando el horologium y sus horas llegaran por fin a la Urbs1. Un cónsul de esta época, M.Valerius Messalla, halló entre el botón que se había llevado de Sicilia el cuadrante solar de Catania y lo hizo montar tal como estaba en el Comitium; de este modo, durante algo más de tres generaciones, los romanos tuvieron el horario disparatado que las líneas trazadas sobre un polos de otra latitud les marcaban. A pesar de la afirmación de Plinio el Viejo, según la cual los romanos se dejaron guiar ciegamente por su horario durante noventa y nueve años, no podemos dejar de pensar que, una vez apreciadas las diferencias entre las horas marcadas y el recorrido del sol, debieron de hacer caso omiso al reloj de sol de Messalla y continuar guiándose, como si nunca hubiera existido, por la proyección del sol sobre los monumentos de la ciudad.
No sería hasta el año 164 a.C., gracias a la generosidad de Q. Marcius Philippus, que los romanos contaran con un “reloj” expresamente realizado para ellos y, por tanto, casi exacto, lo que al parecer tomaron como un gran acontecimiento2. A partir de que las legiones combatieran en territorio griego primero contra Filipo V, más tarde contra los partidarios de Antíoco de Siria y, finalmente, contra el rey Perseo, se fueron familiarizando contra las adquisiciones arrebatadas a sus enemigos, y sin duda comenzaron a entender las ventajas de un horario menos incierto del que hasta ese momento habían tenido. Los romanos se sintieron felices cuando se instaló en su patria; así que para ser merecedores de una gratitud igual a la demostrada a Marcius Philippus, sus sucesores en la censura, P. Cornelius Sicipio Nasica y M.Popilius Laenas, en el año 159 a.C., completaron su iniciativa instalando junto al reloj de sol uno de agua destinado a suplir su servicio durante la noche y los días de niebla3.
Hacia más de cien años que los alejandrinos utilizaban los que los romanos llamarían horologium ex aquae inventado por Ctesibius, basándose en la antigua clepsidra, para prevenir los inevitables fallos de la antigua clepsidra. El mecanismo del instrumento no podría ser más simple. Imaginemos en primer lugar la clepsidra, es decir, una vasija transparente colocada en la esfera solar a la que con regularidad llegaba siempre el mismo caudal de agua. Cuando el gnomon proyectaba su sombra sobre la cuerva del polos, solamente había que marcar el nivel que en ese momento tenía el agua en la pared externa del recipiente. Cuando la sombra llegaba a la siguiente cueva del polos, se hacía una nueva señal, y así continuamente hasta que los doce niveles señalado indicaban las doce horas del día elegido para la experiencia. Una vez hecho esto, sólo había que dar a la clepsidra una forma cilíndrica y luego marcar, del mes de enero a diciembre, doce verticales que correspondían con los doce meses del año. Después se anotaban en cada una de ellas los doce niveles horarios señalados en un mismo día de cada mes. Finalmente se procedía a unir con una curva las señales horarias puntuadas en las verticales mensuales para saber en cada instante, según el nivel del agua señalado en la vertical de cada mes en curso, la hora del día que, por poco que el sol hubiera asomado, la aguja había proyectado sobre la esfera del reloj.
El reloj de agua, basado en el del sol, permitía prescindir de éste cuando era necesario, y mediante una sencilla inversión de la lectura de las verticales mensuales, también ofrecía la posibilidad de aplicar el mecanismo a las horas nocturnas. Pronto su empleo se generalizaría pronto en Roma. El principio del cuadrante solar empezó a aplicarse a mecanismos de grandiosas proporciones, como el obelisco de Montecitorio erigido en el Campo de Marte por Augusto en el año 10 a.C., cuya sombra gigante marcaría todas las horas diurnas de los romanos sobre unas líneas de bronce situadas en el pavimento de mármol que le servía de esfera4.
De igual modo, se aplicó a dispositivos de dimensiones más restringidas. Así le llegó a los solaria, esferas de bolsillo minúsculas que hacían el mismo servicio que nuestros relojes de pulsera, algunos de ellos de apenas tres centímetros. Por otra parte, en los edificios públicos de la Urbs, así como en las casas particulares de los romanos más ricos, empezaron a instalarse relojes de agua cada vez más perfectos. En el gobierno de Augusto, los clepsydrarii y organarii rivalizaban en la fabricación y ornamentación de todos sus accesorios; así, los horologia ex aqua descritos por Vitrubio tenían mecanismos de alarma automática que, a cada cambio de hora, lanzaba al aire guijarros o emitían un sonido de emergencia5
Durante la segunda mitad del siglo I y todo el siglo II, su fama solo hizo aumentar, convirtiéndose el reloj de agua en un signo evidente de posición y distinción en la Roma de Trajano. En la novela de Petronio, donde se nos presenta a Trimalción como un “hombre a la moda”, o lautissimus homo, los personajes ponen de manifiesto la profunda admiración que les causa en su casa: ¿No tiene “en el comedor un reloj que hace sonar el corno con la expresa intención de que, al escucharlo, todos sepan el pedazo de vida que han perdido”? Trimalción está tan encaprichado de su reloj que pretende llevárselo al otro mundo; así, en su testamento expresa la voluntad de que sus herederos construyan un lujoso mausoleo, de cien pies (30 m.) de fachada y el doble de profundidad “con un reloj en su centro, a fin de que nadie pueda mirar la hora sin verse obligado a leer su nombre”6. No podríamos entender este singular deseo de posteridad si los contemporáneos de Trimalción no hubieran estado habituados a consultar la hora con frecuencia; evidentemente, la división horaria ya formaba parte de sus costumbres. Sin embargo, sería un gran error pensar que los romanos vivían constantemente pendientes del gnomon, de sus esferas o de las alarmas de las clepsidras, de la misma forma que hoy estamos pendientes de nuestros relojes, puesto que sus mecanismos no tenían ni la precisión ni la constancia de los nuestros.
En primer lugar, el ajuste entre el gnomon y el reloj de agua no era en absoluto exacto. La fidelidad del primero estaba en función de su adaptación a la latitud del lugar. En cuanto al segundo está claro que las mediciones confundían los distintos días del mes, ya que el sol no los iluminaba a todos por igual y los fabricantes no podían impedir nunca ciertas oscilaciones falsas al intentar ajustar ambos mecanismos. Por tanto, es lógico que cuando alguien preguntara la hora, recibiera varias respuestas distintas, pues, como dice Séneca, en Roma era imposible saber la hora con exactitud: era más fácil ajustar las distintas filosofías que los relojes7. Así pues, la hora romana no logró jamás ser más que una mera aproximación.
En segundo lugar, se trataba de un concepto continuamente móvil y hasta cierto punto contradictorio. En un principio las horas habían sido calculadas para la jornada diurna. Cuando el reloj de agua hizo posible el cálculo de las horas nocturnas, no hubo tampoco un criterio uniforme. Los horologia ex aqua por definición debían reponerse, es decir, se vaciaban por la mañana y por la noche. De ahí el desfase entre el día oficial, que se iniciaba a partir de la medianoche, y el día natural, que se dividía en doce horas diurnas y nocturnas.
Y eso no es todo. Mientras que nuestras horas se componen de sesenta minutos, cada uno de los cuales se divide en sesenta segundos, la ausencia de división de las horas romanas hacia que cada una de ellas comprendiera el intervalo situado entre la anterior y la siguiente, sin ninguna otra especificación. Y este intervalo, en lugar de ser inmutable,se dilataba o se reducía según la época del año, el momento del día o la presencia o ausencia de luz. Las doce horas del día se repartían en el gnomon entre el amanecer y el crepúsculo y las doce horas de la noche, entre el crepúsculo y el amanecer; así pues, unas y otras iban aumentando o disminuyendo en sentido contrario según las estaciones, logrando ser idénticas sólo dos veces al año: en los equinoccios. Antes y después de los equinoccios, progresaban en sentido inverso hasta la llegada de los solsticios, momento en que su disparidad era mayor. En el solsticio de invierno (25 de diciembre), había ocho horas cincuenta y cuatro minutos de luz solar frente a las quince horas seis minutos de oscuridad, por lo que cada hora diurna sola alcanzaba los cuarenta y cuatro minutos; en cambio, la nocturna podía alcanzar una hora quince minutos. En el solsticio de verano la situación era a la inversa: la situación nocturna se reducía mientras se alargaba la diurna. Ello suponía que la hora prima en el solsticio de invierno abarcara entre las 7:33 y las 8:17 horas, mientras que en el solsticio de verano discurría entre las 4:27 y las 5:42 horas.

1Plinio, N.H., VII, 213-214
2Plinio, ibid., 214
3Plinio, N.H., VII, 215
4Plinio, N.H., XXXVI, 73
5Vitrubio, IX, 9, 5
6Petronio, Sat., 26 y 71

7Séneca, Apokol., II, 3

Fotografía 1: Reloj de sol en el foro antiguo de Pompeya.
Fotografía 2: Restos de los Rostra en el foro republicano de Roma
Fotografía 3: Reconstrucción de una clepsidra
Fotografía 4: Reconstrucción del inmenso reloj solar de Augusto en el Campo de Marte
Fotografía 5: Reloj de sol en el templo de Apolo de Pompeya

viernes, 17 de abril de 2015

Noticias (Pre)Romanas 17/4/2015

Historia Romana
  1. Un niño de siete años de edad vecino de la localidad sevillana de Gerena ha descubierto por casualidad una galería romana abandonada, que formaba parte, según los primeros estudios, del acueducto que comunicaba lo que hoy es el municipio onubense de Paterna del Campo con la antigua ciudad de Itálica, en Sevilla. Así lo ha explicado el tío del niño, que ha señalado que se encontraba con él paseando por la zona sevillana del Guadiamar, cuando de pronto le avisó que había encontrado algo que parecía una cueva. La entrada del acueducto estaba cubierta por unos ramajes que la han mantenido oculta y se encuentra en buen estado de conservación. Se trataría de uno de los dos ramales que llevaban el agua a la ciudad desde dos puntos distintos, con un primero que tomaba el agua de manantiales del río Guadiamar, mientras que el siglo II d.C., con la ampliación de la ciudad, se llevó a cabo una nueva canalización desde las Fuentes de Tejada, en el término municipal de la actual Paterna del Campo.  http://huelvabuenasnoticias.com/un-nino-de-siete-anos-descubre-una-galeria-romana-del-acueducto-entre-paterna-e-italica/
  2. Un campo de trabajo juvenil organizado por el IVAJ y el Ayuntamiento de Burriana ha permitido descubrir tres nuevas estancias en la villa romana de Sant Gregori de dicha localidad castellonense, así como ampliar las excavaciones en el yacimiento, realizadas en los últimos años, y relacionar la línea de costa con el perímetro de esta residencia noble. El descubrimiento permitirá la recuperación de la villa romana como activo fundamental del patrimonio histórico del municipio. El yacimiento se integrará en el futuro desarrollo de Sant Gregori.  http://www.20minutos.es/noticia/2426659/0/descubren-tres-nuevas-estancias-villa-romana-sant-gregori-burriana/
  3. En Écija se ha puesto en marcha una campaña para recaudar dinero mediante "crowdfunding" o "micromecenazgo" para las labores de reconstrucción de las estructuras dañadas del mosaico romano de la Plaza de Armas de la ciudad destrozado a principios de marzo. La titularidad de la cuenta corresponde a la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras "Luis Vélez de Guevara", con sede en Écija, institución académica sin ánimo de lucro que se ha brindado a gestionar los fondos para el proyecto sin ningún tipo de coste, garantizando que el 100% de lo ingresado se invierta en la recuperación del mosaico y la reparación de los daños causados. La idea ha partido de la citada Real Academia y del arqueólogo municipal, Sergio García-Dils. El número IBAN de la cuenta del BANCO SANTADER es: ES57 0049 0074 1725 9219 3525. La Policía Nacional detuvo el 12 de marzo a tres personas por su supuesta relación con los destrozos ocasionados en el yacimiento arqueológico de la Plaza de Armas, popularmente conocido como El Picadero, que afectaron especialmente a un mosaico del siglo II. En este asalto resultó dañado de forma irreversible un mosaico del que sólo había cuatro ejemplares en todo el mundo. En poder de uno de los detenidos se habrían encontrado varias de las teselas de ese mosaico, desaparecidas desde la madrugada del asalto.  https://latunicadeneso.wordpress.com/2015/04/06/crowdfunding-para-recuperar-el-mosaico-romano-de-ecija-destrozado-en-marzo/
  4. El Centro de Interpretación de las VII Sillas, ubicado en la calle Sagasta, acaba de reabrir sus puertas en la ciudad de Mérida y cuenta, como uno de sus atractivos, con un mosaico de un habitación de una casa romana. Tanto el Ayuntamiento de Mérida como el Consorcio de la Ciudad Monumental han firmado un convenio "por cinco años renovables" por el que el consistorio ha cedido estos restos al segundo que era, a juicio del alcalde emeritense, el que "mejor podía interpretar todo lo interpretable dentro de la monumentalidad con la que cuenta la ciudad". El centro ha permanecido cerrado desde 2004 por "problemas de humedades de dos tipos": "aguas fluviales y aguas sucias del propio edificio", problema que se ha corregido y que "ha permitido poder hacer esta nueva apertura". En este centro se puede ver una nueva temática como es el mundo del mosaico, ya que pueden contemplarse mosaicos in situ de parte de una habitación de una casa romana, una zona doméstica ubicada dentro de la muralla. Otros atractivos del centro es la presencia de la muralla romana, tanto la fundacional como el refuerzo del siglo V. El Centro de Interpretación de las VII Sillas está ubicado en un "sitio de paso turístico" que forma parte del canal de comunicación entre el Teatro romano, el Anfiteatro, el Foro, el templo de Diana y en dirección a la Alcazaba. La entrada es gratuita.  http://www.20minutos.es/noticia/2427220/0/centro-vii-sillas-merida-reabre-sus-puertas-para-mostrar-poquito-mas-historia-local/
  5. El gobierno extremeño anuncia que este año se acometerá la rehabilitación del Anfiteatro romano de Mérida, que incluirá obras para completar el graderío y la eliminación de todas las barreras arquitectónicas en este espacio. Aunque no se ha especificado como serán las obras en las gradas, se presupone que éstas se cubrirán con fibra de vidrio para conservar las originales y que el público no piso los restos arqueológicos, como sucede en el Teatro romano. Así mismo, se ha presentado el proyecto Ciudades Romanas de Extremadura, que cuenta para este año con una inversión de tres millones de euros, de los que más de 600.000 se destinarán a iniciativas en la capital extremeña, la antigua Emérita Augusta, concentrándose en la reforma del edificio de acceso al Teatro Romano, a la instalación de pasarelas en el Templo de Diana, la creación en este espacio de un centro de interpretación, la mejora de la accesibilidad al Pórtico del Foro, que se adecuará para la visita, y los trabajos de limpieza de la Casa del Anfiteatro. Fuera de Mérida, el proyecto incluye también actuaciones en los enclaves romanos de Cáparra, Cáceres el Viejo, Medellín, Regina (Casas de Reina), Villa de la Majona (Don Benito), Nertóbriga (Fregenal de la Sierra), y Contributia Iulia (Medina de las Torres). El anfiteatro romano de Mérida es un monumento de reciente actualidad por la decisión de los patrocinadores de no celebrar allí una prueba del World Pádel Tour tras la oposición ciudadana, a pesar de que contaban con el apoyo del Ayuntamiento y del Gobierno de Extremadura.  https://es.noticias.yahoo.com/anfiteatro-merida-rehabilitar-protagonismo-merece
  6. Vestigios romano del siglo I, en concreto un muro y restos de cerámica de lo que parece ser una canalización, aparecieron en la calle San Roque, en pleno corazón del casco viejo de Xinzo de Limia (Ourense), a escasos metros de la praza Maior, tras unas catas arqueológicas realizadas dentro de los trabajos de instalación del gas. Un equipo de tres arqueólogos de Santiago de Compostela verifica sobre el terreno la trascendencia del hallazgo histórico, que da continuidad a otro encontrado hace un lustro a escasos metros del descubierto ahora. La evidencia de la directa vinculación de Xinzo con el Imperio de Roma no es nueva. Hace dos décadas, otra zona del casco vello antelano, el atrio de la iglesia vieja, destapó uno de los hallazgos de mayor transcendencia de los últimos tiempos de la provincia ourensana. Eran restos de una momia y diferentes objetos que verificaron lo que los expertos ya sospechaban, la fuerte significación de la capital limiana como un importante enclave romano durante los primeros siglos de la era cristiana. http://www.lavozdegalicia.es/noticia/ourense/xinzo-de-limia/2015/04/10/hallan-vestigios-romanos-siglo-i-centro-xinzo.htm
  7. Detectadas en la "Villa Fortunatus", en Fraga (Huesca), goteras en la estructura que están causando, a su vez, graves desperfectos en el interior, afectando a las teselas de los mosaicos. Uno de los laterales de la estructura se ha caído y no ha sido reparado por falta de fondos destinados a patrimonio del Gobierno de Aragón. La "Villa Fortunatus", ubicada a unos cinco kilómetros al norte de la ciudad, está datada en el siglo II, aunque a finales del siglo III o principios del siglo IV d.C. fue ampliada y se decoró con ricos pavimentos de mosaico. Las investigaciones arqueológicas han demostrado que tras el abandono de la vivienda, una parte fue reaprovechada y transformada en basílica para el culto cristiano a finales del siglo IV o comienzos del siglo V. También se han encontrado en el yacimiento signos de ocupación visigoda. Por las grandes dimensiones de la villa y por la riqueza de su decoración se sabe que "Villa Fortunatus" fue la vivienda de una rica familia romana y su denominación se debe a una inscripción en mosaico, que alude a su propietario. Presenta la habitual distribución de las viviendas privadas romanas, con estancias dispuestas alrededor de un patio abierto porticado de unos 300 metros cuadrados. Se han conservado restos de su decoración mural y de sus pavimientos teselados de diferentes calidades. Algunos de estos mosaicos se conservan en el propio yacimiento, aunque los más importantes se trasladaron al Museo de Zaragoza.  http://www.abc.es/local-aragon/abci-villa-romana-fortunatus-fraga.html
  8. El Ayuntamiento de Torrent plantea ahora una nueva fase de excavaciones en el Alter con el objetivo de completar la información obtenida en la primera fase y localizar otra estructura complementaria, la cual podría tratarse de una villa romana. Este hecho permitirá reconstruir el Torrent de la época romana, poniendo en valor la importancia del municipio en aquella época. En esta segunda fase, que comenzará próximamente, están planificadas una serie de catas y excavaciones que pretenden localizar los restos de la posible villa romana de l´Alter, la cual se abastecería de la estructura productiva. Pero no se descarta que en su lugar puedan localizar una estructura hidráulica que pudiera haber servido para completar la estructura productiva. Otro de los objetivos de esta segunda fase será determinar cuál fue el motivo de la localización de esta unidad productiva tan cerca del Pantano de Torrent. Además, se excavarán la balsa y algunos pavimentos hidráulicos de la estructura productiva que quedaron sin excavar en la primera fase y se retirará la arena que se encuentra acumulada como consecuencia de los trabajos arqueológicos. En la primera fase de la excavación se localizaron restos de pavimento hidráulico y de muros romanos, así como dos grandes dolias imperiales. Además, también se pudieron recuperar fragmentos de ánforas, tejas y una moneda de época imperial que ha ayudado a datar el yacimiento. Posteriormente, se llevó a cabo la consolidación de los vestigios encontrados. http://www.hortanoticias.com/torrent-espera-encontrar-una-villa-romana-en-las-nuevas-excavaciones-de-lalter/
  9. Un proyecto de investigación arqueológica profundizará en la época romana de la ciudad de Segovia, en el siglo I d.C., tomando como referencia el acueducto en su parte no visible, desde los canales de abastecimiento a las canteras de donde salió la piedra para sus pilares. Para Claudia de Santos, concejala de Patrimonio del Ayuntamiento de Segovia, que aborda la iniciativa junto al consistorio de Ortigosa del Monte, se ha trabajado para comprender el acueducto como obra de ingeniería, "pero cuando hablamos del trazado oculto casi nos referimos a algo como un ente". De Santos se muestra tajante: "Es un monumento muy desconocido, nunca se han hecho trabajos de prospección arqueológica para encontrar rastros de la primitiva cacera, de la conducción de agua desde la Sierra de Guadarrama", los 13,3 km que separan el río Frío y la ciudad. La investigación en torno al pasado de Segovia que, como su acueducto, son Patrimonio de la Humanidad, alcanza el análisis de las montañas de granito de "El berrocal", en Ortigosa del Monte, de cómo se extrajeron los bloques que conforman sus arcos y pilas, y por dónde se transportaron más de 13 km. hasta su actual lugar.  https://es.noticias.yahoo.com/segovia-explora-torno-acueducto-antigua-ciudad-romana.html
  10. El Ayuntamiento de Dènia reactiva la negociación para la expropiación de los terrenos de l´Hort de Morand, en cuyo subsuelo descansan desde hace siglos los restos del antiguo foro romano de la ciudad de Dianium, surgida probablemente en el siglo I a.C. y que cobró destacada importancia en la centuria siguiente. El concejal de Planificación Urbanística anunció esta semana que se han entablado negociaciones con los propietarios de la parcela, ubicada entre Ronda de Muralles y la avenida Miguel Hernández para llegar a un acuerdo de expropiación. Ese sería el primer paso. El segundo, comenzar las excavaciones para sacar a la luz el trazado de la antigua urbe. La expropiación nunca ha sido fácil. Los terrenos son muy caros y es esta circunstancia la que dificulta la expropiación de l´Hort de Morand. De hecho, un sentencia del TSJ de 2013 tasó el valor de la parcela en 13 millones. Y aunque ese dictamen está recurrido en casación ante el Tribunal Supremo, no existen demasiadas esperanzas de que la cantidad se rebaje. De ahí que el ayuntamiento negocie pagar parte del valor del suelo en dinero y la otra en especies: esto es, con terrenos que saldrían del suelo que el consistorio obtendría cuando vea la luz el programa de la ronda perimetral, al que l´Hort de Morand ha quedado adscrito por ese motivo. Para que ese programa urbanístico salga adelante, Dènia debería contar con un nuevo Plan General.  http://lamarinaplaza.com/denia-reactiva-la-negociacion-para-poder-expropiar-su-antiguo-foro-romano/
  11. La web milanuncios.com ofrece cripta en León con restos del anfiteatro romano como trastero. Es uno de los tres sótanos de la calle Cascalerías que preservan parte del colosal anfiteatro -muros y parte de la cimentación que hace 2.000 años superaba en tamaño a la actual Plaza Mayor, es decir, uno de los más grandes de la Península-. Tenía un precio de 25.000 (63 euros el metro cuadrado). "Ideal para dividir en trasteros y venderlos", es un reclamo del anuncio, cuya persona de contacto confirma que para cualquier otro uso es necesario solicitar los oportunos permisos. "Los restos no se pueden tocar", dice. La cripta tiene diez metros lineales del único anfiteatro del Noroeste, 150 metros diáfanos, una altura de 2,80 y otra zona de doble altura. Estos vestigios romanos nunca se han mostrado al público, a diferencia de los que se conservan en dos sótanos de la misma calle. El anuncio incluye fotos de la cripta, así como recortes de un período en los que se habla del hallazgo del anfiteatro. La concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de León, tras admitir que ignoraba el asunto y que no había podido conseguir información, anunció que el Ayuntamiento estudiaría la venta de la cripta. No aclaró si tomarán medidas para garantizar la preservación de los restos romanos, al que se accede por el garaje. Es el primer enclave -en el número 3 de Cascalerías- en el que aparecieron los primeros restos del anfiteatro, durante las obras de construcción de un edificio de viviendas en 1994. Posteriormente surgieron otros dos tramos en sendos solares de la misma calle. Las aspiraciones del constructor que pretendía recibir 120 millones de pesetas del Ayuntamiento, llevaron a estudiar el traslado de los restos romanos a un solar de La Chantría. Dos enlaces: el segundo con el Plan Director diseñado para abrir en un mismo espacio común las tres criptas que conservan los restos del anfiteatro romano:  https://latunicadeneso.wordpress.com/2015/04/08/se-vende-cripta-romana-para-trastero/  y http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/gruta-destapar-anfiteatro-legionario.html
  12. La Comunidad de Madrid ha puesto en valor el yacimiento arqueológico de El Beneficio en Collado Mediano, donde el Ejecutivo ha acondicionado el entorno y ha construido una cubierta con el objeto de proteger los restos romanos, declarados Bien de Interés Cultural en 2012. La Dirección General de Patrimonio Histórico ha llevado a cabo esta intervención, que se integra en el entorno sin afectar negativamente al paisaje ya que se trata de una solución ligera, de acero laminado y madera. El yacimiento del Beneficio constituye, desde un punto de vista cronológico y funcional, el ejemplo más significativo y mejor conservado, descubierto hasta la fecha, de establecimiento aislado, asociado al entramado viario de época romana de la Comunidad de Madrid. El enclave es un conjunto arqueológico de época romana descubierto a principios del siglo pasado a raíz de unas explotaciones mineras. Está configurado por un edificio y un trazado viario asociado que, según la investigación arqueológica, parece corresponder a los restos de un mansio o mutatio, una posada asociada al itinerario XXIV de Antonino, un camino de largo recorrido que enlazaba Mérida con Zaragoza, describiendo un enorme zig-zag por la zona centro de la Península. El edificio de planta rectangular de 15x15 metros aproximadamente, se articularía en torno a un espacio que ordena una serie de dependencias y estancias destinadas al servicio del viajero. Junto al edificio, el conjunto arqueológico se completa con restos de un trazado viario, en parte empedrado, que debió dar acceso y servicio a la posada.  http://madridpress.com/not/186692/la-comunidad-protege-el-yacimiento-romano-de-el-beneficio-/
  13. El yacimiento arqueológico de Las Musas, ubicado en Arellano, se ha incluido en la red nacional Villas Romanas de Hispania, proyecto que promueve su investigación, conservación y difusión. Las Musas cuentan desde marzo con un itinerario cultural integrado en la ruta del resto de villas romanas, que incluye programas pedagógicos y educativos para jóvenes y escolares, así como un proyecto de turismo cultural. El resto de las villas romanas que integran la red son Almenara-Puras (Valladolid); El Ruedo y Fuente Álamo (Córdoba); Fortunatus (Huesca), La Olmeda (Palencia); La Loma del Regadío (Teruel); Veranes (Asturias); y Villaricos (Murcia). Las Musas se encuentra a 15 kilómetros de Estella y se ubica en un entorno natural que se mantienen desde el siglo I d.C., cuando se construyó una casa de campo alrededor de la cual se cultivaba la vid, el olivo, el cereal y los árboles frutales. El centro de la explotación era esta casa, desde la que se controlaban los campos. También servía de almacén y establo para los animales. A partir del siglo IV d.C., la villa se dedicó al culto a los dioses como Attis y Cibeles, religión mistérico oriental. El yacimiento es ahora enclave del interés cultural y aunque su existencia se conoce desde finales del siglo XIX, fue en 1988 cuando comenzaron las excavaciones. El edificio funcional que acoge las estructuras actuales fue inaugurado en 2008.  http://www.diariodenavarra.es/noticias/navarra/tierra_estella_valdizarbe/2015/04/09/las_musas_arellano_incluidas_las_villas_romanas_hispania.html
  14. El Ayuntamiento de Linares da el primer paso para la constitución de una fundación o institución que favorezca una mejor gestión del conjunto arqueológico de Cástulo. Por ello, y tras tres meses de espera de contar con una respuesta por parte del Ministerio de Cultura tras la invitación oficial realizada por parte del Consistorio linarense, la Concejalía de Patrimonio señala que el primer encuentro tendrá lugar a mediados del mes de abril. Dicho encuentro, que contará con representantes del equipo directivo del conjunto arqueológico, Junta de Andalucía, Diputación de Jaén, Universidad de Jaén y el Ayuntamiento de Linares, pretende establecer en una primera fase los objetivos de esta nueva figura administrativa que, en un principio, permitirá mejorar la gestión del enclave y la creación de una campaña conjunta de difusión y promoción que favorezca un mejor aprovechamiento de todos los recursos. "Esta fundación o institución será un instrumento con el que diseñar el futuro de Cástulo en todos los aspectos, desde la investigación a los proyectos de difusión que se desarrollen, de ahí nuestro interés en que participen todas las administraciones, porque el yacimiento es propiedad del Estado cuya gestión depende de la Junta y con una gran repercusión en Linares y toda la provincia", subraya el responsable de Patrimonio en el Ayuntamiento linarense, quién puntaliza que si bien el Ministerio no se ha pronunciado acerca de la invitación realizada el pasado mes de enero, "la fundación será una realidad con su colaboración o no"  http://www.ideal.es/jaen/linares/201504/02/patrimonio-primer-paso-fundacion-castulo
  15. La sociedad limitada "Sanor Restaura", encargada de la cubrición del yacimiento arqueológico que descansa en el subsuelo del Patio de Banderas de Sevilla y de la reurbanización de la plaza, ha finalizado ya ambos trabajos, y este espacio público ha recuperado la fisonomía previa a la investigación arqueológica, salvo en el caso de la fuente que coronaba la plaza, que será reinstalada en su lugar original el próximo verano, después de que se haya compactado el relleno de albero. La cubrición y reurbanización del yacimiento arqueológico del Patio de Banderas, así, entierra de momento el proyecto promovido por el Gobierno municipal para crear una "cripta arqueológica" en torno a este espacio en el que descansan ruinas romanas, paleocristianas e islámicas. Dicho proyecto contaba con un presupuesto estimado de 3,5 millones de euros y para la redacción del proyecto básico y de ejecución fue contratado el arquitecto Francisco Reina Fernández-Trujillo, toda vez que a la sociedad cooperativa "Trifora S.C." le había sido asignada la organización y el estudio de materiales relativos a la instalación de la cripta. El conjunto del proyecto contemplaba la instalación de esta cripta arqueológica en el Patio de Banderas, en los aledaños de los Reales Alcázares, así como la transformación de la casa número 15 de esta plaza pública en un centro de interpretación y la excavación de un túnel que conectase esta antigua vivienda con la propia cripta.  http://www.elmundo.es/andalucia/2015/03/.html
  16. Un convenio firmado entre la Diputación de Pontevedra y el Ministerio de Fomento, por valor de 6,5 millones de euros se destinará a 23 actuaciones que se llevarán a cabo en la provincia de Pontevedra, una de las cuales será la realización de una excavación de la Vila Romana de Portarcos, en Rodeiro. La única realizada en el enclave fue llevada a cabo entre los meses de septiembre y octubre de 1973 por el entonces investigador y secretario del Museo Provincial de Pontevedra. La excavación puso en su día al descubierto varias construcciones. Entre ellas la que se creía era la cocina, dos habitación con suelo de mosaico y un canal. En los trabajos se recogieron y se documentaron numerosos restos cerámicos. Entre ellos de vasijas de cocina, de vajilla fina y algunas piezas de numismática. Los hallazgos pasaron a manos del Museo de Pontevedra, que exhibe algunas piezas. El pago por las molestias causadas en los terrenos, que continúan siendo de propiedad particular, fue un cosecha de maíz. Hoy, el Concello se enfrenta de nuevo a la necesidad de contar con permisos de los propietarios de este enclave, en una zona en la que está en marcha una concentración parcelaria. Se cree que la villa fue ocupada primero en el siglo I a.C. y después en los siglos III y IV d.C. y que un incendió provocó su abandono.  http://www.lavozdegalicia.es/noticia/deza/rodeiro/2015/04/12/inyeccion-economica-devolvera-vida-vila-romana-rodeiro
  17. Días después de que La Vila inaugurara con cuatro años de retraso su museo arqueológico sin exposición alguna en su interior, l´Alfás del Pi celebró el cuarto aniversario de la apertura de su museo al aire libre del Albir, creado sobre sus termas romanas, exponiendo al público 45 piezas descubiertas desde 2008 hasta ahora en la nueva sala abierta al público. Son en su mayoría elementos suntuarios -como un anillo de bronce, agujas para peinarse o un sello de panadero para marcar los panes en fechas especiales- además de algún objeto curioso como un grafito en un ánfora oriental de la zona de Palestina con un símbolo con el nombre de Cristo, que constituye una de las pocas evidencias existentes en la Marina Baixa del culto cristiano que se profesaba en el siglo V. El museo al aire libre de l´Albir supera las 40.000 visitas desde su inauguración en marzo de 2011. En él se realizan de forma ocasional visitas teatralizadas y desde el pasado verano puede visitarse también apoyados por tablets en las que mediante una aplicación móvil se permite la visualización virtual en 3D de cualquier elemento de la antigua villa romana. La aplicación es la primera guía de realidad aumentada que se ha puesto en marcha en un yacimiento al aire libre en Europa.  http://www.diarioinformacion.com/benidorm/lalfas-suma-sala-audiovisual-museo.html
  18. La Junta de Extremadura ha adjudicado en 230.021 euros las obras de recuperación y puesta en valor del anfiteatro romano de Cáparra, concretamente en su acceso y anillo interior. Con un plazo de ejecución de seis meses, los trabajos serán ejecutados por la empresa extremeña Arquepec, según ha publicado el Diario Oficial de Extremadura. El proyecto se refiere a una serie de intervenciones que se llevarán a cabo sobre el yacimiento arqueológico de Cáparra, propiedad del Gobierno regional y que está ubicado en los términos municipales de Guijo de Granadilla y Oliva de Plasencia. En la actualidad existe una excavación arqueológica ubicada entre el anillo interior y exterior del anfiteatro en la zona este, comienza en una de las entradas del anfiteatro (la del eje menor) y transciende hacia el sur en un recorrido de aproximadamente un tercio entre este y el sur del eje mayor. Sobre la huella de los restos arqueológicos, y al objeto de marcar sobre el territorio la presencia de lo que en su momento debió ser el edificio del anfiteatro, se ha proyectado una estructura hecha con obra seca a modo de "un castillo de arena" que en cualquier momento puede llegar a ser deshecho y dejar los restos tal y como estaban. El resultado de la obra una vez concluida en su totalidad permitirá entender sobre el territorio cuál fue la ocupación en planta del edificio primitivo.  http://www.hoy.es/prov-caceres/201503/26/caparra-recuperara-anfiteatro-romano.html
  19. La aparición de restos humanos en la carretera entre Granja de Torrehermosa y Peraleda del Zaucejo (Badajoz) ha dejado al descubierto una necrópolis romana de la primera mitad del siglo IV, aproximadamente del año 320 d.C. El yacimiento está situado en el kilómetro 9,5000 de la carretera provincial. En total se han descubierto 25 fosas, con restos óseos perfectamente conservados de personas adultas y niños. El doctor en historia y arqueólogo Marcos Hunt, del estudio de arquelogía y patrimonio Arqueo-pro que está trabajando en la zona, afirma que las fosas están cubiertas con tégula y con abundantes ajuares funerarios asociados, depositados como ofrendas "entre los que se encuentran recipientes cerámicos, aunque también han aparecido vasos de vidrio y algunos elementos metálicos: de hierro, de base cobre y algunos que podrían ser de bronce, lo que se determinará tras someterlo al estudio pertinente". Se trata de un yacimiento arqueológico de cierta importancia por su extensión. Ahora cinco arqueólogos, dos de ellos especializados en épocas romanas, y un equipo de antropólogos físicos excavan y trabajan en el área que ha quedado al descubierto tras las obras de ensanche y reforma de la carretera BA-159. "La intervención no se va a limitar a la zona de afección de la carretera sino también a una banda de dos metros que corresponde a la zona de expropiación". La necrópolis está relacionado con un asentamiento que se encontraría más al este, entre la carretera y el río Zújar, y que aún está por excavar y descubrir. Se trataría de un asentamiento romano de cierta relevancia arqueológica que solo se puede conocer de momento a través de los restos que hay en superficie. "Son varias hectáreas que tienen una ocupación a lo largo de muchos siglos: hay cerámicas que se pueden adscribir a épocas romanas republicanas y algunos elementos incluso anteriores y la fase final se puede prolongar hasta el siglo VI o VII, lo que tiene una perduración de bastantes siglos", según el arqueólogo.  http://www.hoy.es/culturas/hallada-necropolis-romana-siglo.html
  20. Un equipo multidisciplinar de 20 personas trabaja con un georradar en el Parque Arqueológico de Segóbriga con el objetivo de delimitar y estudiar las estructuras situadas en el entorno de la basílica visigoda. Este estudio forma parte de un proyecto de investigación titulado "La topografía cristiana del suburbium septentrional de Segobriga", autorizado por la Dirección General de Cultura de la Junta de Comunidades. La utilización de este método de detección electromagnética podrá ayudar a definir los restos asociados a la basílica visigoda, tal vez pertenecientes a un complejo monástico más extenso. Se trata de una de las actividades propuestas por un Fieldschool en el que participan alumnos de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Hamburgo gracias a un proyecto de colaboración entre ambas universidades, con financiación a cargo de un programa del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán. Se pretende así definir el proceso de transformación tardía que sufrió la ciudad y que, de manera especialmente reconocible, se puede apreciar en esta zona del yacimiento: una área extensa cementerial de época altoimperial y tardorromana donde se concentra el mayor número de evidencias de cristianización.  http://www.lasnoticiasdecuenca.es/provincia/13178_arqueologos-trabajan-segobriga-georradar-para-delimitar-entorno-basilica
Historia Prerromana
  1. Encuentran en la cueva de El Mirón, en Cantabria, próxima a Altamira, los restos de una mujer de unos 35 años pintados de rojo, un tratamiento que casi nadie recibía en el Pleistoceno en Europa. Con anterioridad, un equipo de arqueología de la Universidad de Cantabria halló en 2010 un gran bloque de piedra, de dos metros de largo por uno de ancho, que había caído del techo de la cueva; en el habría una serie de rayas grabadas, "aunque es todo un poco especulativo, se veían dos líneas, que pueden ser un cuerpo esquematizado, con triángulos asociados a vulvas que representarían a una mujer", explica Manuel González Morales, director del equipo de arqueología. Detrás de ese bloque, precisamente, comenzaron a descubrir restos humanos cubiertos de una pintura rojiza. El hecho mismo de encontrar un enterramiento de una persona de aquella época ya era extraordinario. "Son muy escasos y se concentran en un período más antigua a este, del gravetiense, hace más de 28.000 años", apunta el investigador de la Universidad de Cantabria. "Después hay un período en el que apenas hay nada, y hace unos 19.000 años empieza a haber más, pero aún muy pocos: media docena en Francia y, hasta este, ninguno en la península ibérica". La rareza de su entierro hace suponer que aquella mujer, que tenía entre 35 y 40 años cuando falleció, podía ser alguien especial. Por algún motivo que aún se desconoce, dejaron descomponer su cuerpo al aire libre (como sugiere el óxido de manganeso que cubre los huesos) y después, antes de enterrarlo, lo cubrieron con ocre. Esta pintura roja, hecha con óxido de hierro, que, según ha desvelado los análisis, no se produjo con materiales autóctonos, es una muestra más de que aquellos humanos dedicaron un especial esfuerzo al funeral de la que se ha bautizado como "La Dama Roja". La práctica de cubrir con tinte rojo los huesos de algunos muertos es antigua y ni siquiera es exclusiva de los Homo Sapiens. De hecho, según comenta el responsable del hallazgo, la dama cántabra le debe su nombre a "La Dama de Paviland", un esqueleto de 33.000 años de antigüedad cubierto de ocre que, finalmente, resultó haber pertenecido a un hombre.  http://elpais.com/elpais/2015/03/31/ciencia.html
  2. El Museo Arqueológico de Alicante (Marq) ultima su plan de excavaciones de este año, que se extenderá por diez enclaves de la provincia, repartidos de norte a sur, según ha anunciado la Diputación Provincial. Cerca de 120 voluntarios, todos ellos estudiantes, licenciados y graduados en Historia y Arqueología de España y del extranjero, participarán en este edición, que se desarrollará entre los meses de mayo y septiembre. El objetivo de esta acción es el de proseguir con la investigación de la prehistoria, la cultura ibérica, la romana y la medieval-moderna en puntos estratégicos. El equipo de arqueólogos del museo alicantino intervendrá en los emplazamientos de Cabezo Pardo y Cabezo de los Ojales, en San Isidro, Granja de Rocamora y Albatera; Laderas del Castillo, en Callosa de Segura; la Cova del Randero, en Pedreguer; la Cova de L´Or, en Beniarrés, y el Penyal d´Ifac, en Calp. También trabajará en la Bahía de la Albufereta y el Tossal de Manises, en Alicante; la Illeta dels Banyets, en El Campello; el Barranco del Juncaret, en Mutxamel, y la Parcela 604 del Polígono 16, en Monforte del Cid. La Diputación de Alicante destinará un total de 119.500 euros para impulsar las intervenciones arqueológica, así como los trabajos y estudios multidisciplinares correspondientes en estas áreas de trabajo. La finalidad de esta actuación es documentar y realizar una amplia investigación científica de los hallazgos que se recuperen, además de avanzar en el conocimiento de las antiguas civilizaciones que poblaron distintos enclaves de la provincia de Alicante.  http://www.abc.es/local-alicante/20150407/abci-marq-excavaciones-arqueologicas.html
  3. En relación con la noticia anterior, el Museo Arqueológico de Alicante renueva su colaboración con el Ayuntamiento de El Campello para promocionar turísticamente el yacimiento arqueológico de la Illeta dels Banyets a través de diversas acciones, entre las que destaca el programa de visitas teatralizadas al enclave. Los pases se iniciaron en Semana Santa y se prolongaran hasta el próximo mes de septiembre. Con esta iniciativa, los visitantes podrán descubrir diversos aspectos relacionados con los orígenes de este espacio, al tiempo que aprender la historia de su pasado junto a los personajes que habitaron el yacimiento en aquella época. Un total de 16 visitas teatralizadas componen el programa que, bajo el título "La Illeta, Cuna de Civilizaciones", se prolongará hasta septiembre, con posibilidad de realizar también pases durante los meses de invierno. A través de esta iniciativa, se potenciará y difundirá este yacimiento arqueológico considerado uno de los más relevantes de la Comunidad Valenciana. Las visitas se celebrarán también el 3 de mayo, coincidiendo con el puente festivo, el 21 de junio en Hogueras, los sábados 4, 11, 18 y 25 de julios, los días 1, 8, 15, 22 y 29 de agosto y el 5 y 12 de septiembre. Se estima que la duración de las visitas teatralizadas sea de unos 50 minutos en el yacimiento de la Illeta y de media hora para la Torre de la Illeta.  http://diarioclubsantjoan.com/el-marq-impulsa-la-difusiondel-patrimonio-de-la-illeta-dels-banyets-con-un-programade-visitas-teatralizadas
  4. El equipo de arqueólogos que trabaja desde hace cuatro años en el poblado prehistórico de Cap de Barbaria II, en Formentera, descubre restos humanos de una mujer, de entre 25 y 30 años, que fue enterrada vestida con sus collares y junto a algunos objetos cerámicos que ya fueron localizados en la campaña del año pasado. En esta ocasión el equipo, formado por 17 investigadores entre especialistas y voluntarios, ha podido fijar la fecha del enterramiento gracias a los análisis de los restos en la Edad del Bronce, 1.800 a.C. Las posteriores excavaciones y extracción de restos humanos podrían concretarse en un enterramiento doble, aunque hasta ahora solo han podido certificar la presencia de los restos de un solo cuerpo. La cueva donde se encontraron estos restos se sitúa en un acantilado de la Mola que los científicos han nombrado con el número 127, justamente para evitar su localización. Este enclave no es la famosa Cova des Fun, donde otro equipo de arqueólogos realiza prospecciones desde hace varios años, sino que se trata de una cueva situada en otra zona y cuya acceso es difícil de encontrar, casi escondido, y que nada tiene que ver con la monumentalidad del sepulcro megalítico de Ca na Costa, situado a la orilla de s´Estany Pudent, aunque es de la misma fecha.  http://www.diariodeibiza.es/formentera-hoy/hallados-restos-humanos-edad-bronce.html
  5. Se reanudarán las visitas turísticas al yacimiento arqueológico del Cabezo Redondo (Villena, Alicante) las cuales se alargarán hasta el mes de noviembre coincidiendo con el tercer domingo de cada mes. Las visitas serán concertadas y se realizarán en dos turnos, a las 11:00 y a las 12:30. Las visitas podrán concertarse a través de la Oficina de Turismo en la Plaza de Santiago, a través del teléfono 96 615 02 36 o en el correo electrónico crv.villena@gmail.com. En ediciones anteriores más de 1200 personas pudieron visitar este yacimiento arqueológico el cual año tras año descubre nuevas pistas sobre el pasado histórico de la ciudad. El precio de la visita será de 2 euros por persona con entrada gratuita para menores de 7 años y con un descuento del 50% para mayores de 65 años, menores de edad, personas con Carnet Joven, desempleados y discapacitados. Además se podrá obtener el Bono Edad del Bronce, el cual por 3 euros incluye la visita al Cabezo Redondo y la visita al Museo Arqueológico "José María Soler"  http://www.elperiodic.com/villena/noticias/reanudan-visitas-cabezo-redondo.html
  6. La Plataforma Ciudadana por la Protección de la Sierra de la Utrera y la Asociación Cilniana denuncian el vandalismo que vienen sufriendo las cuevas con yacimiento arqueológico de la Sierra de Utrera. El último caso ha ocurrido a principios del mes de febrero de 2015, habiendo sido violados los cierres que protegían las entradas de cuatro de las cinco cuevas con acceso restringido en el torcal casareño -Cueva del Gran Duque, Hedionda 1, Hedionda 3 y Sistema Subterráneo de las Hediondas-, pese a que junto a ellas existían carteles informando de que dichos enclaves se encuentran en proceso de investigación científica y que el acceso está prohibido sin autorización. Además del destrozo en los cierres, los carteles han sido arrancados sin haber podido ser localizados. Desde diciembre de 2013 se lleva a cabo en el Sistema Subterráneo de las Hediondas (Sima Hedionda 2, Sima Pito, Sima Hedionda 4 y Pozo de la Albarrá) un proyecto de investigación arqueológica autorizado por la consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía en el que participan arqueólogos de distintas universidades andaluzas. Además, desde la plataforma se asegura que existen pruebas del paso de los autores de los actos de vándalos por el interior de las cavidades. En concreto, en el Pozo de la Albarrá, donde se encuentra un yacimiento arqueológico en superficie que corresponde a las evidencias más antiguas de contextos intactos con enterramientos neolíticos del Sur de la Península, dado que el simple paso de personas sin el control especializado puede ocasiones destrozos irreparables.  http://www.laopiniondemalaga.es/municipios/denuncian-actos-vandalicos-sierra-utrera.html
  7. Se produce la presentación del expediente definitivo de los Dólmenes de Antequera a la UNESCO para su descripción en la Lista de Patrimonio Mundial. Entre el conjunto de bienes que constituyen la propuesta se encuentra el Monumento Natural El Tornillo del Torcal, ejemplo de una de las formaciones características del paisaje kárstico originada por la disolución diferencial de los estratos calizos. Por su original aspecto, parecido al de un tornillo, es utilizado como símbolo del Paraje Natural Torcal de Antequera. Los otros cuatro bienes propuestos son: los dólmenes de Menga y Viera, el tholos de El Romeral y la Peña de los Enamorados. La UNESCO ya ha reconocido que la propuesta acata las exigencias de investigación, protección, conservación, difusión y adecuada gestión de los bienes. También ha señalado que se reconoce la capacidad de implicar la ciudadanía en el uso adecuado del conjunto, para que termine convirtiéndose en un elemento importante del desarrollo sostenible. El siguiente paso será la visita de los miembros del Consejo Internacional de los Monumentos y Sitios, que se producirá entre septiembre y octubre; aunque la decisión definitiva de la UNESCO no se emitirá hasta junio de 2016.  http://andaluciarural.org/items-zoo/item/los-dolmenes-de-antequera-el-mayor-exponente-del-megalitismo-del-sur-de-europa-aspira-a-ser-patrimonio-de-la-humanidad

viernes, 10 de abril de 2015

Yo, Claudia Livila (XXVII)

Vejado y mutilado, tras las últimas humillaciones y maltratos al hombre muerto por triunfante Tiberio y los verdugos que derramaron su inocente valiosa sangre por el pavimento, sobre la figura de Baco ebrio, arrojaron su cuerpo ajado, sin ceremonia, respeto o miramiento, tan solo por risas, burlas, vino, golpes y escupitajos cubierto, en los más remotos y olvidados confines del marchito bosque sagrado e infecto de la mortuoria diosa Libitina para que fuera pasto de las alimañas que se arrastran, las bestias que dentellean y despedazan, de nuevo la crueldad humana, la tierra cansada y ese impenitente cielo que, con suspiros de lluvia, calor, frío y viento, todo desgarra. ¡Oh, madre! ¡Madre!... ¡Aquel cuerpo adorado, tan amado... insepulto, abandonado! ¡De nuevo condenado! ¡Mi Póstumo! Mi valiente, mi honorable, orgulloso Póstumo... jamás conocería el descanso eterno, si no que habría que permanecer en las riberas infernales del Estigia hasta el fin de los tiempos, ¡ni vivo ni tampoco muerto! Objeto de desprecio por Caronte el barquero, mientras su consumida piel en corrompidos jirones vestía algunos de sus huesos amarillentos, por el paso de los siglos quebrados y huecos, y las cuencas vacías de lo que un día fueron los ojos más hermosos observaban arrasados en agrias lágrimas el paso lento de afortunados cientos y cientos y las orillas contrarias de su desesperado descanso y deseo, incapaz de desprenderse jamás de la más despreciables y ruin de las formas... ¡También yo esperaré pronto en las arenas negras de fuego de los infiernos la paz que nunca llega, el olvido que anhelo, que jamás, por mucho que suplique, se me conceda! ¡Cómo el rey Tántalo con el agua y con el alimento que se retira apenas la mano alarga, condenándole a la sed y hambre perpetuas, así él habría de mirar atormentado el adiós, el recuerdo, el triunfo, la reencarnación! ¡Como yo! ¡Oh dioses! ¡Madre! ¡Como muy pronto yo! ¡Sin poder nunca abrazar a los nuestros, a todos los seres queridos que nos precedieron!...y me lo merezco, ¡lo reconozco!, ¡me lo merezco! ¡Pero él no! ¡Mi Póstumo no! El único digno de la púrpura y el oro que codicié yo... Pero cuando aún creía lejano el día de mi imperecedero tormento, en mí se producía un feroz debate interno. Sabía bien a lo que me exponía si era descubierta junto a sus restos: casi podría estar agradecida si como la antaño alegre Julila se me permitía consumir mis días en una minúscula desértica islita. Sabía también las terribles consecuencias que esa acción tendría para mi hija. Y sin embargo... sin embargo, la culpa y el horror me carcomían: si yo no iba, madre, ¿quién iría? ¿Quién liberaría su alma con tierra? ¿Quién purificaría su cuerpo con fuego? La imagen de esa marmórea púdica Livila se reía en mí en sueños y con sus inmaculados manos libres de pecado y falta me arañaba el rostro y dejaba mi cuerpo, ante una multitud desconocida, al descubierto, para que por ellos fuera de mil formas distintas vilmente mortificado; sus ojos de pasta vítrea mientras relucían y lanzaban sobre mí maldiciones, encendidas acusaciones, lamentos... Me despertaba en un sudor frío envuelta, sacudida por miles de violentos espasmos que amenazaban desmenuzar mi cuerpo, los ojos desorbitados acuchillados en lágrimas fieras, y sólo las manos aferradas fuertemente a mis mejillas, con las uñas hundidas en la tierra carne de mi boca, impedía que las altas mansiones del Palatino se estremecieran con los arrebatos y horripilantes gritos que escalaban con cien afilados dedos por mi garganta consternada... Lo sabía: me lo merecía. Ya no podía rechazarlo, no podía huir y esconderme más tiempo. Mi traición me exigía los rigurosos sacrificios de la expiación. ¡Maldita Conciencia que es peor que las Furias de teas encendidas!... Y así fue como, nueva Antígona, me vi abandonando el palacio en la búsqueda de Polinices. Esperaba que mi brusca marcha y el no haberlo planeado, no me hubieran delatado. ¡Póstumo! ¡Póstumo me llamaba a su lado! No regresaría como un espectro en las Lemurias, no vagaría en pena sobre la tierra, no me atormentaría por lo pasado. Debía mostrarme por fin digna del amor y la pasión que le habían condenado... Y no obstante, como mi declaración ante el divino Augusto, eso no le bastó para perdonarme: no me acompaña en las sombras ahora que mi vida se está acabando. Y una vez más soy consciente de que merezco su desprecio. ¡Póstumo, maldita sea! ¡Los vivos tienes sus derechos al igual que los muertos!
El enterrador no hizo demasiadas preguntas al ver la bolsa de monedas. Encontramos el cuerpo entre arbustos y matorrales gracias a los animales que ya acudían a darse un festín con sus preciados restos. A pesar de que la muerte, el exilio y la miseria habían hecho estragos en su cuerpo, aquel hombre no era de ninguna manera el esclavo impostor del que Tiberio intentara convencernos: era mi Póstumo Agripa...Porque ya solo yo podía reconocerlo: la sinuosa cicatriz que un día se hiciera en el antebrazo izquierdo por culpa de Germánico en infantiles juegos; el lunar tras su oreja derecha que yo observara ascender y descender cuando se sumía en profundos sueños; la curiosa forma del vello de su pecho en la que enredé mil noches mis dedos mientras nos hundíamos en locos planes de futuro e intensísimos deseos; el dedo retorcido mal soldado que se rompió un día huyendo de mi cuarto cuando oímos una vez aproximarse veloces las pisadas de Druso Cástor... Mil recuerdos de nuestros encuentros a tropel con fuerza acudieron, golpeándome cuando menos lo esperaba y cuando menos lo necesitaba... como ahora, en las últimas de mis reducidas horas... Y así me vi a mí, la orgullosa hija de Antonia y el buen Druso Claudio, la altiva nieta de augusta Livia, arrojar a un lado, al barro, mi dignidad, mi honor y mi soberbia, perdiendo por entero el control de mis sentimientos ante un desconocido, un vulgar liberto. Desgarrada en lágrimas y en lamentos, me vi aferrando a las marchitas manos de Póstumo muerto, buscando caricias que por mi traición yo perdiera y que él, ya en el reino de los muchos que nos precedieron, se negaba todavía a concedérmelas con sus dedos rígidos y gélidos aunque yo, suplicante, los bañara en arrepentimiento y besos, aunque las hundiera en mi seno como el mayor tesoro que en la vida se me diera y soñara casi enloquecida con revivir su suave tactos con el latido desenfrenado de mi corazón destrozado, aunque pidiera clemencia y compasión con mil susurros quedos y recuerdos... Ni con Cayo, ni con Lucio, ni con mi padre el buen Druso... ¡oh, madre, lo comprendí todo demasiado tarde! Mi amor por él, entendí de pronto, había sido de todos los que padeciera el más fuerte, el más puro y el más intenso... y aún así no había bastado para salvarlo y protegerlo. ¿De que servía entonces mi existencia? Inútil y maltrecha, redoblé mis esfuerzos por recuperarlo para mí un único, efímero, momento, o al menos por sumirme en la dulce fantasía de que de alguna forma continuaba a mi lado y no me dejaría de nuevo.
Sentí de repente una mano cariñosa y firme en mi hombro, ofreciendo consuelo con una dulce caricia, cargada de intención y atrevimiento. Indignada y asqueada, me la sacudí pensando que era el liberto. Pero aquel enterrador jamás hubiera osado tocarme. Era Sejano. Me conocía lo suficiente para saber lo que había hecho y lo que haría. Sabía, de alguna forma, el camino que recorrí y el que recorrería. ¿Cómo? Nunca pude saberlo... Ojalá por mi bien lo hubiera hecho... Aquellos ojos expertos en leer ocultas almas me acecharon demasiado tiempo. Ahora me tenía por fin a merced de sus manos. Podía acusarme de adulterio y lesa majestad por socorrer, caído ya, a un enemigo del gobierno, y Tiberio, a pesar de los servicios prestados, los años sacrificados, la sangre común de los Claudios, no dudaría en condenarme sólo tras escucharle. Pero sabía bien que el prefecto pretoriano no me delataría: era a mí a quién quería, y por fin, por mi debilidad y descuido, me tendría. Debí sin duda estar aterrada, con él y conmigo furiosa, indignada, más no era eso lo que sentía. En verdad, una parte de mí remota estaba profundamente agradecida, ante la tenue y débil perspectiva de que por fin tendría a quién mostrar la verdadera Livila, con quién ser de nuevo yo misma, sin necesidad de mil aburridas explicaciones y palabras vacías, pues aquellos ojos claros, más por fuerza que por grado, siempre sabrían arrancarme las respuestas con su pupila astuta inquieta... En mi momento de mayor peligro, de debilidad, de atroz amenaza, de enorme vulnerabilidad, en que más debí armarme, defenderme, fortalecerme... accedí sin embargo gustosa, ansiosa, deseosa, a derruir mis murallas y a abrir, de par en par, todas las puertas de mi alma. ¿Tan extraño te resulta? ¡Estaba cansada de estar sola, de ser fuerte! Demasiados años... ¡oh, dioses, excesivos años! luchando con uñas y dientes, batallando hasta mi último aliento, combatiendo hasta la póstuma palpitación, hasta la propia extenuación, y tan solo, como resultado, enloqueciendo, y siempre, ¡siempre, maldita sea!, todo cuando amé perdiendo... ¿Cómo se supone que iba de Sejano a protegerme? ¡Estaba tan destrozada, tan rota...! Ya no podía... no, no podía... era del todo incapaz... de reconstruirme de nuevo, de seguir abandonada caminando. ¿Acaso no me veías? ¿No entendías? ¡Nadie salvo Sejano lo hacia! ¡Tu hija, madre, tu hija, apenas era una triste ruina, la sombra negra y desdibujada de la Livila ingenua, inconsciente y alegre que se marchara de tu casa, a la que Cayo un día abrazara! Bastó con que Sejano me cogiera de la mano para saber que estaba perdida, y aún así, no quería, no podía, soltarme de sus dedos, temiendo que de hacerlo me marcharía por siempre con el viento. Fue él quién me ayudó a cargar el cadáver de Póstumo. Sin preguntas. Sin reproches. Junto a él lo vi arder y juntos recogimos sus cenizas. A ambos nos escoltó en el silencio de vuelta a las altas mansiones del Palatino. No encontramos guardia en nuestro recorrido. Sabía que no los habría: los pretorianos tan solo eran una prolongaciones de los deseos y las ambiciones de Lucio Elio, y todas sus órdenes eran obedecidas aún sin ser dichas. Intenté engañarme de nuevo mientras rodeaba con delicadeza mi cintura, mientras con aquella mirada me hacia el amor sin necesidad de los intensos besos que depositaba en mis hombros y en mi cuello. Me repetí que era solo por puro frío cálculo por lo que accedía, que era el sacrificio necesario para conseguir la ayuda de alguien bien posicionado que pudiera proteger y salvar a Germánico, que era preciso hacer cuando fuera necesario para salvar a los últimos personas a las que había amado. Si, concebí aquello como un simple trato, intercambio, la rubrica necesaria al final de un pacto en la mutua ayuda y el entendimiento basado. Y sin embargo, cuando me besó... cuando enredó su lengua en mi lengua y me desnudó... cuando me envolvió su olor... cuando despertó en mí la necesidad y la añoranza sufridas en tantas noches solitarias y frías... el ansia de un cuerpo joven que habría disfrutado de escasas alegrías... mi mente por completo se colapsó.

Fotografía 1: "Las almas del Aquerón", de Adolf Hiremy Hirschl
Fotografía 2: "El llanto de la Magdalena sobre Cristo muerto", de Arnold Böcklin
Fotografía 3: Detalle de "El Funeral de Shelley", de Louis Édoard Fournier


martes, 7 de abril de 2015

El Muro de Adriano: asegurando el "limes" y la civilización romana

Autor: José Eugenio Moreno Posse

Igitur qui desiderat pacem, praeparet bellum o lo que es lo mismo "Si quieres la paz, prepárate para la guerra". Palabras de Flavio Vegecio que podrían reflejar la actuación de Adriano en la Britania romana. Un territorio que siempre había sido conflictivo para Roma debido a los ataques de poblaciones locales como los brigantes y los pictos.
Desde su conquista, el Imperio romano quiso extenderse por toda Britania desde el sur, perdiendo gran número de tropas, como pudo ocurrir con la desaparición de la famosa Legión IX Hispana, de la cual tantas películas se han realizado. Pérdidas humanas que iban ligadas a otras de carácter material y económico que el imperio no podía tolerar. Es en este contexto cuando un emperador helenista, viajero, culto, preocupado por el Derecho y contrario al expansionismo de su predecesor Trajano, decide crear un complejo sistema de fortificaciones para asegurar la paz y las fronteras imperiales, especialmente en las tres zonas más vulnerables del extenso Imperio romano: África, Germania y Britania.
La Historia Augusta nos dice en relación a Adriano: "Y viajó a Britania, donde corrigió muchos abusos y fue el primero en construir un muro que separase bárbaros de romanos" (HA, Adriano, 11,2.). En esta oración se muestra el nuevo tipo de política militar defensiva que llevaría a cabo el César con la construcción de un muro sólido de unos 120 km desde el 122 d.C, año en el cual viajó a Britania para ver la situación de la provincia in-situ. La Historia Augusta muestra a un emperador ideal que viaja para conocer los problemas personalmente, corrige abusos mediante la imposición de una nueva disciplina y exercitatio a las tropas y se preocupa por mantener intactas las fronteras del imperio, como el buen pastor que cuida de su rebaño.
Las fronteras, el Limes, había que preservarlas de los ataques del enemigo y lo que es más importante, debían mantener la identidad romana que tanto había costado conseguir. Por ello, esta obra de ingeniería militar levantada muy cerca de lo que hoy en día es la frontera entre Escocia e Inglaterra, velaba por la paz y mantenía una estabilidad económica al sur de la muralla trazada desde el golfo de Solway al estuario del río Tyne.
Pero, ¿cómo pudo este muro perdurar en activo hasta el siglo V d,C, momento en el que los romanos abandonaron su preciada Britania? No se trata de una muralla cualquiera, estamos hablando de un sistema de sólidas fortificaciones creadas para contener frecuentes incursiones de poblaciones locales anteriormente citadas. El emperador Adriano conocía de buena mano la situación que se vivía en la isla desde la conquista de su parte más septentrional por parte de Agrícola. Cuando el emperador estuvo en Germania durante su juventud, sirvió en la Legión II Adiutrix, la cual había sido trasladada a Germania desde Britania. Estamos pues ante un emperador que conoce a la tropa de primera mano, los problemas de la Britania romana y preocupado e interesado en mantener las fronteras del imperio. En definitiva, Adriano sabía perfectamente lo que hacía a la hora de mandar la construcción del muro en el 122 d.C.
La construcción del mismo es una parte más de su amplio proyecto político, el cual deseaba dar a Roma unas fronteras permanentes, estables y duraderas. Él deseaba paz, estabilidad, control de fronteras y un ejército disciplinado y bien entrenado, y todo ello bajo la supervisión de la figura de un emperador itinerante, viajero y cercano a los soldados. No obstante, ese ambicioso proyecto traía consigo modificar notablemente la política de conquistas que había dejado allí Agrícola, por lo que Caledonia y la zona norte debían de ser abandonadas para poder dibujar un limes verdadero para evitar que los bárbaros entraran en el ya pacificado sur e invadiesen la "civilización romano-helenística".
Parece ser que Adriano estuvo presente en la planificación de la nueva línea defensiva. En el este, el llamado Pons Aelius (el puente de Adriano) señalaba, junto a unos altares y un monumento memorial, uno de los extremos de la nueva frontera. La protección de los extremos evitaría que el muro se pudiera flanquear fácilmente por la costa, así como confería a la frontera un carácter religioso de considerable importancia. Además, los fortines y torres continuaban a lo largo de aproximadamente sesenta kilómetros a lo largo de la costa occidental
Desde allí se iniciaron las construcciones de la nueva muralla, con múltiples torretas y puestos de guardia, con unos muros de piedra de más de 2,5 metros de grosor y una altura de entre 3,5 y 4,7 metros. Existían fortificaciones de tres tipos: los castella, los burgi y las torretas. A ello había que sumar varios puestos septentrionales de avanzada. Todo esto trazaba una línea de Este a Oeste desde la ciudad de Carlisle hasta la moderna de Newcastle. Todo ello estaba comunicado mediante tres calzadas que hacían más sencillo el control y acceso a las defensas, así como el propio suministro de víveres y otros productos.
Muy posiblemente no fueron esclavos los que levantaron la muralla. Un buen número de unidades militares participó en la construcción del muro, formando parte esta actividad de su entrenamiento y adiestramiento cotidiano que el César había impuesto. La legión VI Victrix, llevada a Britania por Platorius Nepos, colaboró en tal tarea (CIL, VII, 498) al igual que la Cohorte I Aelia Dacorum Milliaria, asentada en Newcastle durante el reinado de Adriano. Del mismo modo, unidades de la zona de Chester y Carlisle estuvieron presentes durante toda la construcción.
Estos cambios en la nueva frontera supusieron que se podía establecer un número determinado de guarniciones y tropas para controlar el perímetro. Tres legiones fueron establecidas en la zona. Éstas estarían acompañadas de un buen número de fuerzas auxiliares que se encontrarían unidas y comunicadas fuertemente por una serie de fuertes y guarniciones con tropas que se habrían reclutado localmente. En el 122 d.C., las fuerzas auxiliares en la zona estaban formadas por 14 alas de caballería y alrededor de 47 cohortes de infantería, dando en total unas 35.000 unidades auxiliares que probablemente colaboraron también en la construcción del muro, siendo un importante número de tropas para la época. Unidades que, junto con las legiones, serían agrupadas en distintos fuertes, entre los cuales destaca el de Vindolanda y el de Banna, siendo este último el único con probada ocupación significativa después del período romano
Adriano deseaba con esta construcción que la civilización romana continuara presente en Britania. Detrás del muro, la provincia de Britania permanecía en paz, alejada a priori de cualquier ataque procedente del norte, pues el muro servía para controlar el movimiento de los bárbaros, no para preverlos.
Para concluir, se puede decir que el muro de Adriano, o Vallum Hadriani como se conocía en la época, fue una maravilla de la ingeniería militar romana que respondía a unos intereses de garantizar paz, estabilidad y preservar la civilización romana de los ataques de los bárbaros. Y, aunque buena parte de la muralla sirvió como cantera y otra parte se derribó para construir carreteras durante el siglo XVIII, todavía hoy en día puede verse parte de su magnificencia, especialmente en el sector central, en la cual podemos revivir las sensaciones que debieron sentir los legionarios romanos o los pueblos “más allá de la muralla” al contemplar semejante construcción. Un entramado de fortificaciones que nada tiene que envidiar a murallas de épocas posteriores, pues durante tres siglos cumplió con su cometido a la perfección.
Actualmente el Vallum Hadriani, aquella maravillosa muralla que sirvió de inspiración a David Benioff para su “muralla” de Juego de Tronos, está recibiendo el trato que se merece, mediante excavaciones arqueológicas en sus campamentos más cercanos y mediante el reconocimiento de autoridades y organismos internacionales, como es el caso de la UNESCO, que la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1987 y ha sido incluida en la denominación "Fronteras del Imperio romano".

Fotografías: Mapa de la situación del Muro Adriano y el posterior Muro de Antonino; Reconstrucción de una de las guarniciones y estado actual; Vista actual de un tramo de la muralla