viernes, 28 de noviembre de 2014
Epitafios romanos IV: Hispania
"Marco Acilio Fontano, hijo de Lucio. El año decimonoveno nos arrebató a un joven que había comenzado con ardor la milicia. Se equivocaban las Parcas al robarnos a Fontano, pero permanecerá para siempre la fama de este gran hombre" CIL II 3871 (Sagunto)
"Valerio Marcelo, hijo de Lucio, de 29 años, está aquí enterrado. Llora, lector, mi desventura... A los sesenta días de haberme nombrado edil, la cruel muerte me arrebató y me sepultó mi amor. Adiós" CIL II 6064 (Sagunto)
"Aquí yazgo enterrada, de 17 años, arrebatada de repente por la hora adversa. Mi desventurada madre hasta en sueños espera ver mi rostro... gritando que quiere salir de su cuerpo" Roca, ARSE 21, 1987, 67 (Sagunto)
"Consagrado a los dioses Manes. Melitine, de 9 años, 6 meses y ocho días. Aquí yace la niña a quién su padre ha de llorar toda la vida que, apenas desaparecida, busca continuamente su madre pesarosa. Agradecida de las caricias... era como cada uno quisiera que fueran sus hijos. El año décimo la privó del don de la luz. Quién lea este infortunio maldiga el hado inicuo. Séate la tierra leve. Carpóforo, su padre, y Felicia, su madre, para su hija piadosísima" CIL II 2295 (Córdoba)
"Actius, murmillo, venció seis veces. Murió a los veintiún años. Aquí yace. Que la tierra te sea leve. Su esposa y de su propio dinero hizo este monumento para su marido. Lo que cualquiera de vosotros desease para mí ya difundo, eso mismo hagan los dioses con él este vivo o muerto" CIL II2/7, 353 (Córdoba)
"Sepultado en este túmulo yace el joven Aper, el forjador aquel, cuya juventud mientras vivió fue intachable. Viviste pobre. Con los amigos fuiste entrañable. Viviste treinta años, dos meses y ocho días. ¡Ay dolor! ¡Ay llanto! ¿Dónde te buscaré yo mientras, hijo? Estas lágrimas, vedlo, las derramo ¡ay triste de mí! como padre sin su hijo. Me falta hasta la luz. De dolor se debilitan mis miembros. Más valiera que fueses tú el que hiciera por mí este fúnebre obsequio. Si hay entre los dioses Manes razón, llevadme a mí, padre desdichado. Ya me quedo sin luz puesto que te he perdido, hijo. Viandante, ya prosigas tu camino, ya pases o te detengas un momento y leas el epitafio en mármol a cincel labrado que yo, su padre, hice a su hijo dulcísimo, lleno de amor para mí, bien lo dice la inscripción: en el túmulo quedan enterrados los restos. Adiós para siempre jamás, hijo queridísimo" RIT 441 (Tarraco)
"A Quintus Lusius Senica, hijo de Lucio. La tierna edad de Lusius se hallaba adornada en su incipiente juventud de fuerzas vigorosas. Añorando los brazos de su querida hermana pretendió cubrir muchas millas de camino, pero fue asesinado por inesperado y malhadado tropiezo con unos bandoleros. Así se llevó su cuerpo una desgracia cruel. Yo creo que al extinguirse tan prematuramente su tierna edad, si bien le privó del recuerdo de ratos felices, también evitó el tener que rememorar los amargos" CIL II, 3479 (Cartagena)
"Marco Porcio, hijo de Marco... Ordeno también a los herederos que rocíen con vino mis cenizas, para que él revolotee (como mariposa) mi espíritu ebrio. Que las hierbas cubran mis restos. Si alguien se detiene ante el epitafio de mi nombre, diga: aquello que dejó el voraz fuego -una vez disuelto el cuerpo- lo transformó en pavesas, descanse felizmente" CIL II 2146 (Porcuna, Jaén)
"Lucio Petronio Primus, hijo de Lucio. Una esposa querida hizo este monumento para su amante esposa. Yo habría deseado morir en los brazos de mi cónyuge. Puesto que el destino me ha arrebatado éste en triste circunstancia, deseo que la tierra sea leve con tu cuerpo" CIL II 1504 (Écija, Sevilla)
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Todos estos retratos son del estilo de los Protraits de Alfayoum en Egipto, o esto me parece a mi solo?
ResponderEliminarNo, son todos retratos de El Fayoum. Has acertado :)
ResponderEliminar¿Podríais poner las inscripciones en latín también?
ResponderEliminar¡Gracias!
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