Autor: José Eugenio Moreno Posse
Igitur qui
desiderat pacem, praeparet bellum
o lo que es lo mismo "Si quieres la paz, prepárate para la
guerra". Palabras de Flavio Vegecio que podrían reflejar la
actuación de Adriano en la Britania romana. Un territorio que
siempre había sido conflictivo para Roma debido a los ataques de
poblaciones locales como los brigantes y los pictos.
Desde su conquista,
el Imperio romano quiso extenderse por toda Britania desde el sur,
perdiendo gran número de tropas, como pudo ocurrir con la
desaparición de la famosa Legión IX Hispana, de la cual tantas
películas se han realizado. Pérdidas humanas que iban ligadas a
otras de carácter material y económico que el imperio no podía
tolerar. Es en este contexto cuando un emperador helenista, viajero,
culto, preocupado por el Derecho y contrario al expansionismo de su
predecesor Trajano, decide crear un complejo sistema de
fortificaciones para asegurar la paz y las fronteras imperiales,
especialmente en las tres zonas más vulnerables del extenso Imperio
romano: África, Germania y Britania.
La Historia
Augusta
nos dice en relación a Adriano: "Y viajó a Britania, donde
corrigió muchos abusos y fue el primero en construir un muro que
separase bárbaros de romanos" (HA,
Adriano,
11,2.). En esta oración se muestra el nuevo tipo de política
militar defensiva que llevaría a cabo el César con la construcción
de un muro sólido de unos 120 km desde el 122 d.C, año en el cual
viajó a Britania para ver la situación de la provincia in-situ. La
Historia
Augusta
muestra a un emperador ideal que viaja para conocer los problemas
personalmente, corrige abusos mediante la imposición de una nueva
disciplina
y exercitatio
a las tropas y se preocupa por mantener intactas las fronteras del
imperio, como el buen pastor que cuida de su rebaño.
Las fronteras, el
Limes,
había
que preservarlas de los ataques del enemigo y lo que es más
importante, debían mantener la identidad romana que tanto había
costado conseguir. Por ello, esta obra de ingeniería militar
levantada muy cerca de lo que hoy en día es la frontera entre
Escocia e Inglaterra, velaba por la paz y mantenía una estabilidad
económica al sur de la muralla trazada desde el golfo de Solway al
estuario del río Tyne.
Pero, ¿cómo pudo
este muro perdurar en activo hasta el siglo V d,C, momento en el que
los romanos abandonaron su preciada Britania? No se trata de una
muralla cualquiera, estamos hablando de un sistema de sólidas
fortificaciones creadas para contener frecuentes incursiones de
poblaciones locales anteriormente citadas. El emperador Adriano
conocía de buena mano la situación que se vivía en la isla desde
la conquista de su parte más septentrional por parte de Agrícola.
Cuando el emperador estuvo en Germania durante su juventud, sirvió
en la Legión II Adiutrix,
la cual había sido trasladada a Germania desde Britania. Estamos
pues ante un emperador que conoce a la tropa de primera mano, los
problemas de la Britania romana y preocupado e interesado en mantener
las fronteras del imperio. En definitiva, Adriano sabía
perfectamente lo que hacía a la hora de mandar la construcción del
muro en el 122 d.C.
La construcción del
mismo es una parte más de su amplio proyecto político, el cual
deseaba dar a Roma unas fronteras permanentes, estables y duraderas.
Él deseaba paz, estabilidad, control de fronteras y un ejército
disciplinado y bien entrenado, y todo ello bajo la supervisión de la
figura de un emperador itinerante, viajero y cercano a los soldados.
No obstante, ese ambicioso proyecto traía consigo modificar
notablemente la política de conquistas que había dejado allí
Agrícola, por lo que Caledonia y la zona norte debían de ser
abandonadas para poder dibujar un limes
verdadero para evitar que los bárbaros entraran en el ya pacificado
sur e invadiesen la "civilización romano-helenística".
Parece ser que
Adriano estuvo presente en la planificación de la nueva línea
defensiva. En el este, el llamado Pons
Aelius
(el puente de Adriano) señalaba, junto a unos altares y un monumento
memorial, uno de los extremos de la nueva frontera. La protección de
los extremos evitaría que el muro se pudiera flanquear fácilmente
por la costa, así como confería a la frontera un carácter
religioso de considerable importancia. Además,
los fortines y torres continuaban a lo largo de aproximadamente
sesenta kilómetros a lo largo de la costa occidental
Desde allí
se iniciaron las construcciones de la nueva muralla, con múltiples
torretas y puestos de guardia, con unos muros de piedra de más de
2,5 metros de grosor y una altura de entre 3,5 y 4,7 metros. Existían
fortificaciones de tres tipos: los castella,
los burgi
y las torretas. A ello había que sumar varios puestos
septentrionales de avanzada. Todo
esto trazaba una línea de Este a Oeste desde la ciudad de Carlisle
hasta la moderna de Newcastle. Todo ello estaba comunicado mediante
tres calzadas que hacían más sencillo el control y acceso a las
defensas, así como el propio suministro de víveres y otros
productos.
Muy posiblemente no
fueron esclavos los que levantaron la muralla. Un buen número de
unidades militares participó en la construcción del muro, formando
parte esta actividad de su entrenamiento y adiestramiento cotidiano
que el César había impuesto. La legión VI Victrix,
llevada a Britania por Platorius Nepos, colaboró en tal tarea (CIL,
VII, 498) al igual que la Cohorte I Aelia
Dacorum Milliaria,
asentada en Newcastle durante el reinado de Adriano. Del mismo modo,
unidades de la zona de Chester y Carlisle estuvieron presentes
durante toda la construcción.
Estos cambios en la
nueva frontera supusieron que se podía establecer un número
determinado de guarniciones y tropas para controlar el perímetro.
Tres legiones fueron establecidas en la zona. Éstas estarían
acompañadas de un buen número de fuerzas auxiliares que se
encontrarían unidas y comunicadas fuertemente por una serie de
fuertes y guarniciones con tropas que se habrían reclutado
localmente. En el 122 d.C., las fuerzas auxiliares en la zona estaban
formadas por 14 alas de caballería y alrededor de 47 cohortes de
infantería, dando en total unas 35.000 unidades auxiliares que
probablemente colaboraron también en la construcción del muro,
siendo un importante número de tropas para la época. Unidades que,
junto con las legiones, serían agrupadas en distintos fuertes, entre
los cuales destaca el de Vindolanda y el de Banna, siendo este último
el único con probada ocupación significativa después del período
romano
Adriano deseaba con esta construcción que la civilización
romana continuara presente en Britania. Detrás del muro, la
provincia de Britania permanecía en paz, alejada a priori de
cualquier ataque procedente del norte, pues el muro servía para
controlar el movimiento de los bárbaros, no para preverlos.
Para concluir, se
puede decir que el muro de Adriano, o Vallum
Hadriani
como se conocía en la época, fue una maravilla de la ingeniería
militar romana que respondía a unos intereses de garantizar paz,
estabilidad y preservar la civilización romana de los ataques de los
bárbaros. Y, aunque buena parte de la muralla sirvió como cantera y
otra parte se derribó para construir carreteras durante el siglo
XVIII, todavía hoy en día puede verse parte de su magnificencia,
especialmente en el sector central, en la cual podemos revivir las
sensaciones que debieron sentir los legionarios romanos o los pueblos
“más allá de la muralla” al contemplar semejante construcción.
Un entramado de fortificaciones que nada tiene que envidiar a
murallas de épocas posteriores, pues durante tres siglos cumplió
con su cometido a la perfección.
Actualmente el
Vallum
Hadriani,
aquella maravillosa muralla que sirvió de inspiración a David
Benioff para su “muralla” de Juego
de Tronos,
está recibiendo el trato que se merece, mediante excavaciones
arqueológicas en sus campamentos más cercanos y mediante el
reconocimiento de autoridades y organismos internacionales, como es
el caso de la UNESCO, que la declaró Patrimonio de la Humanidad en
1987 y ha sido incluida en la denominación "Fronteras del
Imperio romano".
Fotografías: Mapa de la situación del Muro Adriano y el posterior Muro de Antonino; Reconstrucción de una de las guarniciones y estado actual; Vista actual de un tramo de la muralla
<muy buen artículo
ResponderEliminarMuchas gracias por la oportunidad de publicar el artículo!!!
ResponderEliminarExquisito.
ResponderEliminarUna aclaración: el creador de Juego de Tronos es el escritor GRR Martin, Benniof es un productor de series de tv.
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