El incendio de Roma del año 64.
Ocurrido en el
mes de julio, el incendio de Roma del año 64 se inicia en las
inmediaciones del Circo Máximo y dura seis días, destruyendo al
completo tres de los catorce distritos de la ciudad de Roma y dañando
al menos otros siete; el propio Palatino así como algunos templos y
edificios públicos fueron destruidos y seriamente afectados. Los
autores antiguos sostienen que el incendio fue provocado por Nerón
para acometer la reforma urbanística de la ciudad, si bien los
historiadores modernos consideran ahora que el desastre fue en cambio
fortuito, habida cuenta de que el material principal de construcción
era la madera, de que la principal fuente de calor eran los braseros
de carbón y del historial de incendios de la ciudad. En el momento de
comenzar el incendio, Nerón se encontraba en Anzio y, al recibir las
noticias del mismo, viajó rápidamente a Roma para encargarse
personalmente del desastre, llegando a abrir los jardines del
Vaticano y al Campo de Marte para acoger a los afectados que habían
perdido su hogar. A raíz del
incendio, Nerón desarrolló un nuevo plan urbanístico destinado a
evitar nuevos incendios, con la construcción de avenidas más
amplias o la prohibición de paredes medianeras, dentro del que
destaca la edificación de un nuevo palacio imperial, conocido como
Domus Aurea, en unos terrenos que el fuego había despejado en el
centro de Roma. Debido a lo
costoso de la reconstrucción de la ciudad, Nerón se vio obligado a
subir los impuestos de las provincias imperiales, recurrir a las
confiscaciones y llevar a cabo una reforma monetaria que devaluaba el
áureo y el sestercio, como forma de conseguir más oro y plata.
La conspiración de Cayo Calpurnio
Pisón y el viaje a Grecia.
En el año 65,
Cayo Calpurnio Pisón, senador romano y consul suffectus con Claudio,
organizó una conspiración para derrocar a Nerón y proclamarse él
mismo emperador con el apoyo de miembros de la guardia pretoriana
-como el tribuno Subrio Flavio, el centurión Sulpicio Ásper e,
incluso, uno de los prefectos del pretorio, Faenio Rufo- y varios
senadores, entre los que pudieron destacar Séneca y su sobrino Lucano,
autor de la Farsalia. La conspiración
fue descubierta gracias a Milico, liberto de Flavio Escenio, otro de
los conjurados, y supuso la ejecución o el suicidio de la mayoría
de los implicados. En el año 66 se suceden nuevas ejecuciones,
incluyendo a Petronio. Como contrapartida, Ofonio Tigelino, el
segundo prefecto del pretorio, recibió gran cantidad de honores por
su fidelidad y su participación en la represión de la conspiración,
al igual que Cocceyo Nerva, futuro emperador. Poco después de
las primeras ejecuciones, a finales del año 65, se producía la
muerte de la segunda esposa de Nerón, Popea Sabina, que en esos
momentos se encontraba embarazada. El emperador no volvería a
casarse hasta el año 66 con Estatilia Mesalina, quien le sobrevivió. La conspiración
aumentó el despotismo de Nerón, perfectamente reflejado en su
identificación con Helios y Hércules, y en la coronación de
Tiridates como rey de Armenia, reino-cliente entre Roma y Partia. La
coronación sería usada por Nerón para presentar una nueva imagen
de poder en la que se reafirma en su filohelenismo, demostrado en su
gira por Grecia entre los años 66 y 67. En dicho viaje,
participará en todas las competiciones musicales y teatrales dentro
de los grandes festivales atléticos y religiosos griegos. El viaje
se suspenderá improvisadamente en el año 67 ante el cariz que toma
la política exterior. A su regreso a Roma, Nerón celebrará un
triple triunfo, cuyo desfile, dado su carácter artístico, no
finalizará en el templo de Júpiter en el Capitolio sino en el de
Apolo del Palatino.
Política exterior.
Aumenta la
presencia en el Mar Negro, creándose una flota en el Ponto, y se
mantienen unas buenas relaciones en Partia evidenciadas en la
coronación por parte de un emperador romano de un rey de origen
parto para el reino de Armenia, ubicado entre ambos imperios.
Se producirán,
a parte, varias sublevaciones importantes a lo largo del gobierno de
Nerón:
-Sublevación en
el año 64 de icenos y trinovantes en la provincia de Britania,
descontentos por la presión fiscal y la política religiosa, debido
a la invasión de la isla de Mona, cuna del druidismo en Britania, el
incendio de los bosques sagrados y la destrucción de los monumentos.
Capitaneados por la reina Budica arrasaron tres colonias romanas,
entre ellas Camulodunum (Colchester) y Londinum (Londres), y
masacraron a 70.000 romanos, antes de ser detenidos en la batalla de
Watling Street.
-En
el año 66 el procurador de Roma en Judea confisca parte del tesoro
del templo de Jerusalén, lo que provocó la violenta reacción de
los judíos, quienes linchan al gobernador y obligan a Roma a
desplazar tropas desde Siria para reforzar la posición en Judea,
siendo derrotados. La represión del levantamiento es confiada al
general Tito Flavio Vespasiano, que inicia el largo sitio de
Jerusalén.
Última sublevación y muerte.
En el año 67,
mientras Nerón se encuentra inmerso en su gira por Grecia, se
produce la sublevación de Julio Víndex en la Galia, de nuevo contra
la política fiscal del emperador. Vindex lograría pronto el apoyo
de Servio Sulpicio Galba, gobernador de la Hispania Tarraconense, y
de Marco Salvio Otón, gobernador de Lusitania. Derrotado Vindex
por el general Verginio Rufo, gobernador de la Germania Superior, la
rebelión en principio parecía aplastada, hasta que a la misma se
sumó la traición de Ninfidio Sabino, sucesor de Faenio Rufo en la
prefectura del pretorio, que prometió dinero a sus subordinados a
cambio de su apoyo a Galba, aclamado como nuevo emperador en
sustitución de Nerón. El Senado se
sumó el reconocimiento de Galga declarando enemigo público a Nerón,
quién se vio obligado a huir de Roma, encontrando refugio en la
villa de uno de sus libertos, donde se suicidaría. A pesar de su
final, Nerón nunca dejó de ser popular, y durante mucho tiempo
incluso se creyó que había sobrevivido-debido a lo secreto de su
entierro-llegando a aparecer en Oriente hasta tres falsos Nerones en
Oriente que recabaron gran apoyo popular.
*Fotografía 1: "El incendio de Roma"; de Robert Hubert
*Fotografía 2: Nerón como Apolo Citaredo en un fresco pompeyano
*Fotografía 3: "La muerte de Nerón", Vasily Smirnov
Muy bueno. Mucgas gracias Laura.
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